Jesús no exigió a ninguno de sus discípulos
que renunciara a todas sus pertenencias.

Es cierto que mencionó que sería muy difícil
que un rico entrara en el Reino de Dios,
pero también hizo esta aclaración:
“Todas las cosas son posibles para Dios” (Marcos 10:23, 27).

La verdad es que hubo personas acaudaladas
que decidieron seguir a Cristo.

Aunque dentro de la congregación cristiana
recibieron consejos específicos sobre los bienes materiales,
nunca se les pidió que los donaran a los pobres (1 Timoteo 6:17).

Jesús señaló que no se reconocería a sus verdaderos discípulos
solo porque afirmaran seguirlo o ser cristianos,
sino principalmente por sus actos.

Así, aseguró en cierta ocasión:
“No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’,
entrará en el reino de los cielos,
sino
el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21).

La voluntad de su padre
hay que hacer dijo JESUS