Es que al cuadro de Goya le he cogido cariño. Es el que hay dos hombres con las piernas enterradas y uno frente a otro, con sendos garrotes en las manos, dándose de palos. Ninguno puede huir, luego su salvación está en dar más palos que el rival… ¿A qué me recuerda esto?
Te ofrezco uno de Velazquez. Por la autenticidad, no te preocupes. Un primo hermano mío, experto en arte, no tiene inconveniente en extenderte un certificado que garantiza la procedencia.