Hay dos vocablos griegos que se utilizan para adorar: proskuneo (postrarse/adorar) y latreuo (rendir servicio sagrado).
Y Jesucristo prohibió ambos tipos de adoración a quien no fuera Dios, mientras Él mismo recibió ambos:
Todo esto te daré si te postras y me adoras (proskuneo).¡Vete, Satanás! le dijo Jesús. Porque escrito está: "Adora (proskuneo) al Señor tu Dios y sírvele solamente a él." (Mt 4:9-10)
Al llegar Pedro a la casa, Cornelio salió a recibirlo y, postrándose delante de él, le rindió homenaje (proskuneo). Pero Pedro hizo que se levantara, y le dijo: Ponte de pie, que sólo soy un hombre como tú. (Hch 10:25-26)
Me postré a sus pies para adorarlo (proskuneó). Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora (proskuneó) sólo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía. (Ap 19:10)
Cristo es adorado (proskuneo):
En eso Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron. (Mt 28:9)
Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban. (Mt 28:17)
Creo, Señor —declaró el hombre. Y, postrándose, lo adoró. (Jn 9:38)
Además, al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice: «Que lo adoren todos los ángeles de Dios. (Heb 1:6)
Cristo recibe Servicio Sagrado (latreuo):
Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado.» (Hch 13:2)
El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus siervos lo adorarán; lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente. (Ap 22:3-4)
El ego es un eje demasiado débil para hacer girar nuestra vida en torno a él.