Cita Iniciado por tosan Ver Mensaje
Como veo que nadie me aclara “quienes eran los hijos de Dios”, me he puesto a investigar por mi cuenta:

“Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se unieron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.” (Génesis 6:4)

La aclaración y ampliación de este versículo la encontrarán en la Mitología griega. ¿No lo recuerdan?

Los semidioses son personajes nacidos de la unión de un mortal y de un dios (muchos de ellos son hijos de Zeus).

“Éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.”

Podrían ser estos: Tántalo, Edipo, Cécrope, Heracles, Aquiles, Perseo y muchos más.
Tosan, los hijos de Dios del relato bíblico es los hijos de Dios que se mencionan en Job que existían en los cielos antes de la creación del hombre. Te dije antes que el contraste se notaba cuando analizabas la expresión hijas de los hombres, que es literalmente hijas de Adán. Por tanto, esos hijos de Dios no eran humanos, o de otro modo el haberse fijado en las humanas hubiera sido algo de lo más normal del mundo y nada digno de mencionar de forma tan especial.


En cuanto a las mitologías antiguas, los semidioses de muchos relatos se basan en los hijos de los ángeles con las mujeres. Todos ellos fueron ahogados en el Diluvio, mientras que sus padres angelicales se despojaron de aquellos cuerpos temporales que se hicieron para poder convivir entre los humanos. Lo que ellos hicieron es semejante a los demás relatos que presenta la Biblia de ángeles que se presentaron en forma humana y luego desaparecieron de la vista de sus espectadores.


La propia Biblia dice que esos "semidioses" fueron llamados "héroes" en la antigüedad. Eso quiere decir que fueron personajes principales en epopeyas antiguas que sucedieron realmente antes del Diluvio. Esas epopeyas quedaron escritas en documentos prediluvianos que por una razón u otra se rescataron después del Diluvio, o recontadas en nuevas formas por los descendientes de Noé que no siguieron siendo fieles a Jehová. Son tan antiguos estos hechos que han quedado solo como mitos de muchas civilizaciones antiguas, pero su base es real.