A lo largo de la vida, casi todos nos hemos encontrado con activos promotores de religiones, que con obstinación digna de mejor causa llegan a la puerta de nuestro hogar a inopinadas horas, situación particularmente molesta cuando se les ocurre tocar el timbre un domingo a temprana hora. El abanico de religiones llamadas “”Restauracionistas”” que se promocionan es amplio: testigos de Jehová; adventistas; Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, “mormones”; Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Últimos Días; Luz del Mundo; Iglesia de la unificación; la Restauración de los 10 mandamientos; Cristadelfos; Iglesia Pentecostal de Jesucristo de los Santos de los últimos días”” (Michael Bethel) ; Las comunidades de Edward Irving; y muchas mas, unas menos activas que otras a nivel de promoción y propaganda.
Todas con un denominador común, “””ser la religión “verdadera””” según sus adeptos. Curiosamente comparten características muy similares y también es curioso el hecho de que los tres más grandes grupos de religiones cristianas, catolicismo, protestantismo y ortodoxos condenan y desaprueban a estas sectas.
En los últimos decenios, en México las que más han crecido y por ello se han hecho más "famosas" son: los mormones; los adventistas: los testigos de Jehová; La Luz del Mundo y los llamados “”Pare de sufrir””.
Estas sectas de rápido crecimiento comparten interesantes similitudes. La mayoría nacieron en Estados Unidos en la primera mitad del siglo XIX. Interpretan la Biblia de manera fundamentalista y según las enseñanzas de su fundador. Creen que la Iglesia católica es la Ramera del Apocalipsis o la Babilonia. Creen en la apostasía de la Iglesia de Cristo y que tenía que llegar su fundador para volver a restaurar las verdades perdidas; por ello se les conoce con el nombre de sectas restauracionistas.
Sus fundadores profetizaron sobre la fecha del fin mundo o la Segunda Venida del Señor y esas profecías nunca se cumplieron. La mayoría creen en el Armagedón y el Milenarismo con pequeñas variaciones. Enseñaron doctrinas racistas en el pasado. Los mormones no permitían a los negros ser sacerdotes hasta 1978, creyendo que la raza negra era fruto de la maldición de Cam y de Caín. Los adventistas, siguiendo las enseñanzas de su profeta Elena G. White, creían que los negros provenían del cruce de hombre y animal (Doctrina de la Amalgamación). Los testigos de Jehová, coincidiendo con el mormonismo, tuvieron algunas publicaciones donde enseñaron que la raza negra es inferior y dada al servilismo. Finalmente, lo más notorio y molesto para el público en general: hacen un proselitismo muy activo y francamente agresivo usando folletos, revistas, libros y visitas a domicilio con personal inmune a los rechazos e impermeable a todo razonamiento.
Inventar o reformar una religión a partir de una “religión primaria” es algo que históricamente hemos observado muchas veces. Pero inventar una de la nada es, curiosamente, relativamente sencillo. Tenemos los archiconocidos ejemplos de la parodia del Unicornio Rosa Invisible de Carl Sagan y la religión del Monstruo del Espagueti Volador del físico norteamericano Booby Henderson; la religión presleyteriana (de Elvis) y la muy opaca y adinerada secta de la Cienciología, esa donde militan Tom Cruise y John Travolta, fundada por un imaginativo novelista de ciencia ficción, Ron L. Hubbard, en 1950 y que por cierto ya tiene unas enormes oficinas en la Ciudad de México, en la calle Balderas número 27, por si les interesa. Reflexionemos: el hombre no acepta su finitud, busca explicar lo que le es extraño y necesita creer en algo. No hacerlo lo llena de angustia, y si una religión le sirve para ser una mejor persona está bien, si sirve para rechazar y discriminar está mal.
(Se citan algunas fracciones del diario "Cambio" de Michoacán)