Dios no acepta la fornicación, y nosotros no cometemos fornicación, pues nosotros solo predicamos el Evangelio... La fornicación la cometéis vosotros que imponéis doctrinas religiosas que no son del Evangelio... fornicación es prostitución, y vosotros prostituís y corrompéis las enseñanzas del Evangelio con vuestras doctrinas e interpretaciones de hombres...
Dios os está llamando al arrepentimiento, pero se ve que ya no tenéis remedio... Y es que la codicia del dinero y de las mujeres hermosas os ciega...