Cita Iniciado por KIMO Ver Mensaje
las leyes del viejo pacto fueron abolidas por Cristo Jesús.............
Los mandamientos del viejo testamento que fueron abolidos por Jesucristo no eran verdaderos mandamientos de Dios, sólo eran preceptos de hombres, pues la Ley de Dios había sido cambiada por los escribas como nos dicen los profetas:

"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).

"Así ha dicho Yavé el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella. Y ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos". (Ezequiel 5:5-6)


"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).


Entonces
Jesucristo, que es Dios se hizo Hombre, predicó el Evangelio y nos enseñó los verdaderos mandamientos que Dios había dado al mundo en tiempos de Moisés, que son los mandamientos del Evangelio..., y Jesucristo mandó guardarlos. Y es que la verdadera Ley de Dios no fue abolida por Jesucristo, pues la verdadera Ley de Dios había sido dada para siempre, como nos dicen las escrituras:

Cita Iniciado por Porque25 Ver Mensaje
Dios no da diferentes leyes en diferentes tiempos, pues las escrituras dicen que la ley de Dios es para siempre:

La verdadera Ley de Dios fue dada para siempre.

"Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111:7-9)

"
De tus decretos he sabido hace tiempo que para siempre los has establecido" (Salmos 119
:152)


"Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, que para siempre los fundaste" (Salmos 119:152) (RV1865)

"No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas..., ni una jota ni una tilde pasará de la ley..."(Mateo 5:17-20).

Y es que la verdadera Ley de Dios es la Ley que Jesucristo enseña en el Evangelio, que es la verdadera Ley que Dios dio a los hombres desde el Principio..., y esta es la ley que Jesucristo no vino a abolir: La Ley del Evangelio.

Por tanto, ésta es la Ley que Dios dio a Israel porque Jesucristo mismo dice que "ésta es la ley y los profetas". Ésta es la Ley que sigue vigente, que Jesucristo no vino a abolir ("No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas"). Y ésta es la Ley de la que no ha pasado "ni una jota ni una tilde", esto es, de la Ley que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.

Jesucristo también nos enseña la Ley en preceptos:

"........ si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios". (Mateo 19:16-24)

Ésta es la Ley y estos son los preceptos que Jesucristo no vino a abolir, los que Jesucristo mismo nos enseña en el Evangelio, y que es la única y verdadera Ley que dios había dado a los hombres desde el principio... Pero del viejo testamento Jesucristo sí que abolió muchos mandamientos, como se pueden ver en las siguientes citas del Evangelio:

Mateo 5:31-48, Mateo 12:1-8, Mateo 20:25-28, Juan 5:8-11, Juan 5:16-18, Juan 8:3-11 y todo el contexto del Evangelio.