Un matrimonio o una familia necesita dirección o guía.
El hombre fue creado con mayor medida de las cualidades y fortalezas que se requieren para suministrar tal dirección. Por esta razón la Biblia dice: “El esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación.” (Efesios 5:23)

Esto es práctico, porque cuando no hay dirección hay dificultades y confusión. El que una familia esté sin la dirección de un cabeza sería como tratar de conducir un automóvil sin volante. O, si la esposa fuera a competir con tal dirección, sería como tener dos conductores en el automóvil, cada uno con un volante que controlara una diferente rueda del frente.