LA ESTRELLA DE BELÉN
La unificante influencia del Cristo ha sido simbolizada en la hermosa leyenda de la adoración de los tres magos o "sabios del Oriente", tan hermosamente descriptos por el general Lew Wallace en su encantador relato "Ben Hur".
Los tres sabios - Gaspar, Melchor y Baltasar - son los representantes de las razas blanca, amarilla y negra y simbolizan al pueblo de Europa, Asia y Africa, siendo guiados por la Estrella del Salvador del Mundo, ante Quien "toda rodilla se doblaría" y a Quien "toda lengua lo alabaría"; Aquel que uniría a todas las naciones bajo la bandera de la Paz y de la buena voluntad; Aquel que impulsaría a los hombres a "convertir sus lanzas en arados y sus espadas en hoces".
Se dice que la Estrella de Belén apareció al nacer Jesús y guió a los tres sabios hacia el Salvador.
Muchas especulaciones se han hecho sobre la naturaleza de esa estrella. La mayoría de los hombres de ciencia materialista la han declarado un mito, en tanto que otros han dicho que si fuera algo más que un mito, solo sería una simple coincidencia": dos soles muertos que al chocar hubieran producido una conflagración. No obstante, todo místico conoce la "Estrella" - si, y la "Cruz" también - no solamente como símbolos relacionados con la vida de Jesús y de Cristo, sino en sus experiencias personales. San Pablo dijo: "Hasta que Cristo nazca en vosotros...";
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En el momento en el que la sangre fluyó en el Gólgota, "el velo del Templo se rasgó" , y desde entonces, cualquiera que busque su admisión al cristo la encontrará.