Cuando sucedía la guerra civil entre medos y farsis, dos tribus del mismo pueblo iranio, Nabodino, que realmente no era babilónico sinode Harran, la ultima ciudad refugio de los asirios, sede del culto de Sin, el dios de la Luna (del cual fue sacerdote en Babilonia), aprovecho la ocasión y tomo la ciudad de los medos.

Nabodino, como rey de Babilonia (tras un periodo anárquico), no estaba muy interesado en una Media fuerte de vecino, así que apoyo a Ciro, quizas esperando una larga y desgastadora guerra civil.
Pero si eso pensaba se equivoco, como sucede en muchos conflictos de pueblos nómadas, las tribus se cuentan, y gana el que mas apoyo tiene. Y gano Ciro.

En aquel momento, en esa parte del mundo, solo había cuatro grandes poderes: Babilonia, Egipto, Media y Lidia.
Lidia estaba gobernada por el rico Creso, y no se le ocurrió otra cosa que declararle la guerra al reino Medo-Persa, siguiendo los "oscuros"consejos de los augures: "Si vas a la guerra, un reino caerá".
Y vaya que cayó. El suyo.
(No, el del "craso error" fue otro, un triunviro romano con el sobrenombre de familia Craso (crassus, graso, gordo), pero sin duda el de Credo lo fue)

A Nabodino no se le ocurrió mejor táctica que, aliado con Egipto, acudir en apoyo de Lidia.
Coro ya tenia justificación para caer sobre Babilonia. Nabodino no estaba capacitado para la guerra, así que dejo la defensa en manos de su hijo o yerno, el General Baltasar.
La tradición bíblica nos dice que Ciro entro a Babilonia mientras estaba festejando en un banquete. Aunque sabemos que el libro de Daniel se escribió en la época de el inicio de la lucha entre Macabeos y Antioco, recopilando varios relatos.

En los relatos de lo sucedido se cuenta que Babilonia estaba rodeada.de murallas y canales, con grandes puertas reforzadas. Pero.el rio Eufrates la atravesaba. Ciro uso el ejercito para desviar el río y entrar por ahi. Baltasar salio de la ciudad a enfrentarlo, sin éxito.

Por lo acontecido después, se especula que Ciro contó con una quinta columna en la ciudad, los sacerdotes del dios Marduk, y quizás hasta los exiliados judíos y arameos.
El hecho cierto es que Ciro se comporto como buen rey babilónico y efectuó los ritos y ofrendas correspondientes ante Marduk.
Y además, autorizo a los exiliados a volver a sus tierras de origen.
Un grupo de judíos volvió a Jerusalén con ánimo de reconstruir el Templo