Iniciado por
Aquiles Brinco
Estrellita, lamentablemente mi resfriado no ha evolucionado tan bien como yo quisiera, de modo que no me siento con el ánimo suficiente para escribir, espero recuperarme lo antes posible. Pero acabas de mencionar dos cosas que me interesa mucho comentar. Una de ellas es respecto a la tragedia ocurrida el 2 de octubre de 1968.
Las opiniones son marcadamente opuestas. El «boom» comunista que propició la Revolución Cubana y el ascenso de Castro como primer ministro logró contaminar toda América Latina. Tanto Castro como Guevara estaban convencidos de la «reconversión» latinoamericana al comunismo. Los movimientos sociales de los sesentas en México, si bien comenzaron integrando demandas legítimas, se fueron transformando a lo largo del tiempo, gracias a la evidente intervención de agentes comunistas. Eso fue lo que alteró al gobierno de Díaz Ordaz, un incipiente intento de «revolución comunista». Debemos recordar que Gustavo Diaz Ordaz fue una especie de «agente» de la CIA, por lo que tenía a la mano todo tipo de información, y, desde luego, no reparó en combatir lo que, en aquel entonces, era el mero «coco» de los Estados Unidos: el comunismo.
Los estudiantes del movimiento de 1968 fueron, en mi opinión, aviesamente manipulados con el fin sentar las bases sociales para una revolución. Y el principal artífice, como agente de enlace entre el comunismo internacional, el gobierno cubano y las distintas esferas estudiantiles mexicanas, fue Marcelino Perelló Valls, quien, además de haber sido uno de los líderes del Consejo Nacional de Huelga, era integrante del Partido Comunista Mexicano. Que, por cierto, no sufrió los estragos de la represión, ni del posterior encarcelamiento, incluso tras el fatídico evento se remitió a un pomposo exilio europeo.
Hubo otros: Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, Salvador Pablo Martínez della Rocca, Gilberto Guevara Niebla, Raúl Álvarez Garín, etc. Pero Perelló jugó un papel de suma importancia.
Los pobres jóvenes fueron reprimidos con excesiva violencia, dejando un saldo de centenares de muertos, a manos de militares que operaron bajo protocolos cuasihitlerianos. Existía en ese entonces la Policía Secreta, una verdadera abominación contra los derechos humanos.
¿Cuál es tu opinión, Estrellita? ¿Qué hubieras hecho tú como presidente de la república ante tales circunstancias?
Otro punto que me gustaría tratar, porque lo traes a colación, es sobre cómo calificas al gobierno de la Ciudad de México, de «pseudoizquierdista». No voy a hablar de las ideologías de los partidos mexicanos, porque francamente dejaron de tenerlas desde hace mucho. Actualmente el partidismo se basa en demagogia, ya no cuentan con ideales ni programas políticos a los cuales serles fieles; el poder es el único ideal, el poder y el dinero. Pero, respecto al gobierno de la Ciudad de México, podríamos decir que se trata del único verdaderamente progresista a nivel nacional. Ninguna otra entidad federativa cuenta con un programa político tan moderno y apegado a las tendencias progresistas internacionales. ¿Por qué «pseudoizquierdista»?
Sí, los aportes de Juan Antonio son, además de cultos, muy interesantes. Sólo hace falta leerlo despacio, con el debido detenimiento. Un privilegio tenerlo aquí en el hilo.