El príncipe saudí Mohamed Ben Salma (ministro de Defensa, hijo del rey Salman y futuro heredero de la corona) aparece en la imagen anunciando en la madrugada del
martes 15 de diciembre la formación de una coalición antiterrorista liderada por Arabia Saudita, e integrada por 34 países islámicos (no están en ella Irán, Siria e Irak,
y en el futuro podrían unirse otros países). Los 34 son miembros de OCI, Organización de Cooperación Islámica, y están dispuestos a luchar no sólo contra Daesh sino
contra todo grupo terrorista.

Es tras los atentados jihadistas en Egipto, Francia, Líbano y Túnez, y el objetivo es "combatir el terrorismo a nivel militar, ideológico y mediático." El mundo islámico quie-
re "combatir el terrorismo y ser un socio en la lucha mundial contra esta lacra."- dijo el príncipe, para quien es el mundo islámico el primero que lo ha sufrido y por éso
busca defenderse..."En cuanto a Siria e Irak, sólo podemos llevar a cabo las operaciones en coordinación con las autoridades legítimas en esos países, y con la comuni-
dad internacional."

El Primer Ministro turco Ahmet Davutoglu dijo que es "... la mejor respuesta a quienes se afanan en asimilar el terror al islam."

Arabia Saudita ya integra una coalición militar árabe que lucha (con no muy buenos resultados) contra los rebeldes chiitas en Yemen, y también la coalición internacional
de 60 países liderada por EEUU que lucha contra el Daesh. Es por ésto que Putin dijo en la reunión anual con los periodistas, dos días después del anuncio de los saudíes:
"Para enfrentar el terrorismo tenemos que unir esfuerzos y no separarlos. Lo que no entiendo es si ya existe una coalición dirigida por Estados Unidos y casi todos los paí-
ses entran en ella, incluyendo a Arabia Saudita, ¿por qué crear una nueva alianza? A lo mejor se trata de contradicciones internas. Una cosa son los intereses re-
gionales y otra cosa es el interés de la lucha humana contra el terrorismo."