Escándalo por una imagencita de Jesús:Un acomplejamiento heredado del mundo primitivo

[cesar71]

Como los judíos en su época pagana idolatraban muchas imágenes como si fueran Dioses, entonces después del éxodo a la fuerza se les tuvo que prohibir la fabricación de cualquier imágen de las cosas de la tierra, del cielo o del agua.

Con el tiempo esta abstención de imágenes llegó a ser costumbre en los judios, de modo que si veían una imagencita de cualquier cosa, entonces les era motivo de gran escándalo y seguramente al mejor estilo paleolítico, furiosos agarraban piedrones y garrotes, despedazando con estos a la imágen y al poseedor de la imágen.

Este bárbaro estilo efectivamente ayudaba a los judios a salir de su temprana idolatría, pero ellos todavía no caían encuenta que en realidad el mal no estaba en la imágen material sino en ellos mismos.

Muchísimos siglos después, el mismo Dios mandó a hacer imágenes de lo que El mismo antes había prohibido. Mandó que para su templo, el hombre hiciera imágenes de lo que hay en el cielo (querubines) y también imágenes de lo que hay en la tierra (ramos de uvas).

¿Porqué manda Dios hacer imágenes para su templo, de lo que el mismo había prohibido antes?

En primera instancia las prohibe porque en un comienzo el espíritu de los judios era muy dado a practicar cosas malas con ellas. Y en segunda instancia las permite, porque con el tiempo el espíritu de los judios estaba abandonando la mala maña de practicar cosas malas con ellas. El problema no está en una imágen material, sino que puede estar en el espíritu de quien las ve.

A pesar de lo que Dios quiso dar a entender con esto, y a pesar de la visión moderna y esclarecedora que luego trajo Jesús, en este mundo todavía quedan pequeños resquicios de ese arcaico y primitivo acomplejamiento paleolítico de no soportar tener ante si, una imagencita de un arbol, de un pájaro o de una estrella. Pero en mayor cuantía, este acomplejamiento primitivo subsiste con las imágenes religiosas; claro que hoy ya no se tiende a lapidar al poseedor de la imagen, pero subsiste parte del primitivo ánimo escándaloso por estas.

No nos hemos dado cuenta que el problema no está en la imágen religiosa material, sino en nosotros mismos.
Por algo el maestro dijo: "No es lo de afuera lo que contamina al hombre, sino lo que sale de su corazón". Y El se estaba refiriendo a que las cosas de afuera no nos contaminan con pecado, porque en realidad nada de lo material es pecaminoso por naturaleza. No quiso decir que el mugre de las manos sucias no nos contamina con enfermedades o microbios.

SALUDOS