Basta chicos, hay más que ver en la foto.



El pezón es secundario.
Ese antebrazo fino y largo
es la antesala de unas manos
acostumbradas a mecer cunas,
a sostener martillos
y a mantenerse bellas.

El pezón es secundario.
Ese cabello fino y largo
es un conjunto de delicados hilos brunos
acostumbrados a robar a la luna
su cíclico brillo
y su luz a la estrellas.

El pezón es secundario.
Ese esternocleidomastoideo fino y largo
puente entre un perfecto rostro y unos pechos firmes y divinos
acostumbrados a sólo mostrarse de manera inoportuna
al dueño del castillo
en que habita la doncella.

El pezón es secundario.
Ese t-shirt de cute but pshyco
de transparentada tela y mensaje ameno,
dádiva venturosa, noble obsequio de la fortuna,
es regalo de un caudillo
que en ti ha dejado imborrable huella.

El pezón es secundario.
Hay muchísimo que ver en la foto.
La planta, la niña, el collar y el entorno.
embellecido sin comparación alguna
no por la luz de un simple bombillo
sino por Oiwa la bella.