Cita Iniciado por Elohim00 Ver Mensaje
EL ANATTA O LA TRANSITORIEDAD DE LAS COSAS



Buda se niega a otorgar a las sensaciones, a las situaciones,
a los pensamientos, a las cosas, una realidad intrínseca, sustancial.
Nada existe fuera del espíritu increado; todo es transitorio,
destinado a la desaparición .
Las apariencias no poseen ninguna verdad intrínseca,
no constituyen más que una sucesión indiferenciada de condicionamientos
que se eliminan o se neutralizan unos a otros.
La noción de anatta es fundamental, porque no solamente se opone
a la idea de atman, propia del hinduismo, sino también a la filosofía
occidental que parte de Aristóteles (doctrina de la sustancia propia).

El budismo se niega a dejarse engañar por los fenómenos ilusorios,
según esa acepción, lo que llamamos, un poco pomposamente,
realidad, no es otra cosa que un remolino producido por nuestros
deseos, nuestras pasiones, nuestros miedos, nuestros sentidos.
Convencido por la doctrina de la transitoriedad, el budista consecuente
ya no se basa en los fenómenos para fortalecer la idea de un "yo"
autónomo; ninguna solución es viable por mucho tiempo, las huídas
no son posibles. Las experiencias son puestas en duda constantemente,
el universo no tiene más realidad que un sueño, ningún recurso existe
sin la conciencia.

Buda se ha negado siempre a responder a las preguntas acerca
de la existencia o no de un "si" o de un atman.
Su doctrina implica la negación formal de semejante idea, pero
en lugar de dejarse llevar a discusiones vanas, se calla y sonríe.
Los filósofos hindúes o europeos se complacen en discutir ese
intrincado problema, pero el budismo afirma que es absurdo
tratar de resolverlo con el pensamiento; únicamente la experiencia
del despertar o iluminación, incomunicable verbalmente, puede
zanjar nuestras dudas.
Gautama se abstenía de polemizar sobre ese espinoso tema
y se negaba a intervenir cuando sus propios discípulos lo discutían
(algunos optaban por la idea de una persona independiente,
otros defendían la tesis opuesta: la persona es una suma fugaz
de componentes).
Cualquiera de los dos puntos de vista que se elija es difícil de sostener;
si creemos en el "si" contradecimos obligatoriamente la noción
de transitoriedad; por el contrario, la negación del "si" resulta
una especie de apología del anonadamiento, igualmente opuesto
a la perspectiva búdica.



FUENTE: El Zen, de Jean Michael Varenne.
Elohim, tú lees estas cosas para conocimiento? o realmente sigues estas creencias?