"Porque La Verdad Eterna no se viste de plumajes, no se esconde en cuevas ni en palacios. No se reduce a la oscuridad de filosofías. No se presenta en vanagloria y orgullo. No señala elegidos, ni persigue hombre alguno para que crea en ella. La Verdad está sencillamente allí, a la voluntad de quien desee encontrarla. Al nacer del sol todos los días señalando, son sus rayos cuanto debemos saber. En la sonrisa y llanto del niño con el que lloramos por necedad. En la no-tomada en cuenta flor, regalando sus aromas; como aromas y flor es la Sabiduría Interior. Viene en los vientos que arrullan bosques y montañas donde duermen los cansados que despiertan. Yo la veo al caer las hojas y gotas de rocío significando La Vida que viene y va. En esas aguas: fuentes, ríos y mares de edades tiempos de encarnaciones y aprender. La Verdad la ven mis ojos y palpita en mis sentidos con la Creación que me rodea. Ella vive en mi corazón por encima de las vicisitudes y se levanta con EL YO SOY... Mi Soy.
Mi Alma la interpreta, mi Espíritu toma fuerza en ELLA y mi corazón se alimenta y SOY... ¡ASÍ ES LA VERDAD!”
Su autor debe de estar verdaderamente conectado con la verdad, ¿Verdad?