Dudas infantiles ante un católicismo complejo.

[Zamiel]

Fue su primer día de escuaela en un colegio católico. En el pasillo de entrada lo acogió el sacerdote director con severa bienvenida:

- Espero que comprendas la importancia de la educación que vas a recibir en este centro católico del saber.
Ante tan magnánimas palabras no pudo menos que decir:
- Si señor.

- Espero que seas un niño bueno. Aquí no nos gustan los niños malos.
Y entonces fue cuando vio al final del pasillo un hombre clavado en una cruz. ¿Sería eso lo que hacían con los niños malos.
- Yo soy muy bueno señor, lo juro.

- ¿Sabes quién es Dios?.
- No mucho
- Vaya, ya tenemos otro ateo por aquí- sentenció- Dios es el Padre, el Hijo y el Espiritu Santo. Es tres en uno.
Está en todas partes. A tu lado y todo lo que te rodea.
- Yo no lo veo. ¿Está escondido?.

-Dios nunca se esconde niño. Está aquí. En todos lados, para verlo hay que creer en Ël y tener fe.
- Vaya, si que es grande. Lo ocupa todo.
- Claro que si, y Dios te ama, envió a su Hijo para morir por nuestros pecados en la cruz. En parte tu eres culpable al igual que yo. Murió por tu culpa y por la de todos.
- ¿Y eso cuando sucedió?
- Hace 2000 años.
- Yo no estaba entonces...
- Calla blasfemo, o Dios te castigará con el fuego eterno.
- Yo me quemé una vez en un dedo y eso duele mucho.
- Pues entonces imagina el quemarte eternamente entre gritos de dolor. Dime ahora: ¡Amas a Dios!.
- Si, si que lo amo y lo amaré por siempre señor.

- Jesús es ese de la cruz del fondo supongo. ¿Quienes eran sus papas?
- La Virgen María y San José.
- ¿Qué?- dije inocentemente- ¿La madre de Jesús no estaba casada con Dios?.

La bofetada sonó en todo el colegio. Jamás volvió a preguntar nada. Solo creía todo lo que le contaban y punto.