A mi me gustan los pulpitos a la plancha. Y las ovejas nos dan la lana.
Aparte de múa, que pretenciosos somos los humanos creyendo que somos divinos.

Intelectualmente es incomprensible. Aunque dentro de una lógica histórica debo de reconocer que ha sido muy efectiva. Tmmbién hay algo en concreto que es para mi inexplicable. ¿Porqué salvar el alma implica el controlar el cuerpo?. Que al menos nos dejen follar a gusto, coño..., ya nos mandarán a los infiernos después.