1) Acudir con un podólogo o podóloga cada mes. Un buen corte de uñas y de callos sirve

2) Andar en tu casa con sandalias para que se ventilen

3) Cambiarte de calcetines o calcetas a diario. Disponer también de varios pares de calzado

4) Usar talco especial. O incluso, si tienes un aroma de perfume, puedes usar también desodorantes y talcos de ese aroma para que sea "tu aroma" (por ejemplo, el kiwi)