- La sociedad brasileña ha cambiado, los jóvenes han cambiado. Usted no ha hablado sobre el aborto ni sobre el matrimonio ente personas del mismo sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que amplía el derecho al aborto y otra que contempla los matrimonios entre personas del mismo sexo. ¿Por qué no ha hablado sobre eso?

- La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso, como tampoco hable sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.

- ¿Pero cuál es su postura en esos temas?

- La de la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.

- Desde el 13 de marzo usted se presenta como obispo de Roma con una enorme y fortísima insistencia. Nos gustaría saber el sentido profundo de esta insistencia, si tal vez más que la colegialidad está relacionado con el ecumenismo, con el ser primus inter paris...

- En esto no se debe ir más allá de lo que se dice. El Papa es obispo, es obispo de Roma . Y porque es obispo de Roma es sucesor de Pedro, vicario de Cristo. Son otros títulos, pero el primer título es obispo de Roma y de ahí viene todo. Pensar que esto quiere decir ser primus inter paris no, eso no, no es consecuencia de esto. Es simplemente que es el primer título del Papa. Ha hablado de ecumenismo. Creo que esto favorece un poco el ecumenismo, pero sólo eso.

- Una pregunta sobre sus sentimientos. Hace unas semanas, a un niño que le preguntó cómo se sentía y si deseaba ser Papa, le dijo que había que estar loco para ello. Después de su primera experiencia multitudinaria como han sido estos días en Río, me pregunto si nos puede contar como se siente siendo Papa, si es un trabajo duro, si es feliz siéndolo y si de alguna manera ha acrecentado su fe o si por el contrario ha tenido alguna duda...

- Hacer el trabajo de obispo es una cosa bonita, es bonito. El problema es cuando uno busca ese trabajo, eso ya no es tan bonito, eso no es del Señor. Pero cuando el Señor llama a un sacerdote a convertirse en obispo eso es bonito. Existe siempre el peligro de creerse un poco superior a los otros, no como los demás, un poco príncipe…. Son peligros y pecados. Pero el trabajo de obispo es bonito, es ayudar a los hermanos a avanzar.

El obispo delante de los fieles para señalar el camino, el obispo en medio de los fieles para ayudar a la comunión, el obispo detrás de los fieles porque los fieles con frecuencia tienen el olfato de la calle. Me preguntaba si me gusta…. Sí, me gusta ser obispo. En Buenos Aires he sido muy feliz. He sido feliz, el Señor me ha asistido en eso. Como obispo he sido feliz, como sacerdote he sido feliz. En ese sentido me gusta.

- ¿Y ser Papa le gusta?

- Si, también. Cuando el Señor te pone ahí, si tú haces lo que el Señor te pide eres feliz. Eso es lo que siento.

- Le hemos visto estos días lleno de energía, incluso por la noche tarde, y le vemos ahora que está tranquilamente de pie mientras el avión se mueve muchísimo. Se habla mucho de próxios viajes, se habla de Jerusalén, de Argentina... ¿Tiene ya un calendario definido para el próximo año?

- Definido, definido no hay nada. Pero puedo hablar de cosas que estamos pensando. Definido 22 de septiembre Cagliari. Después, el 4 de octubre, Asís. También tengo en mente, dentro de Italia, ir un día a ver a mi familia. Cogerme un avión por la mañana y volver en otro por la noche, mis familiares, pobrecillo, me llaman, tenemos una buena relación.

Fuera de Italia el patriarca Bartolomeo I quiere hacer un encuentro para conmemorar los 50 años del encuentro entre Atenágoras y Pablo VI en Jerusalén. El Gobierno israelí nos ha hecho una invitación especial para ir a Jerusalén, el Gobierno de la Autoridad Palestina creo que lo mismo. Esto se está pensando, aún no se sabe si se hará o no se hará.

En América Latina creo que no hay posibilidad de volver, porque el Papa latinoamericano, que acaba de hacer el primer viaje a Latinoamérica…... Adiós. Debemos #esperar un poco.

Creo que se puede ir a Asia, pero está todo en el aire. He recibido invitaciones para ir a Sri Lanka y a Filipinas. A Asia se debe ir. El Papa Benedicto XVI no ha tenido tiempo de ir a Asia, y es importante. Fue a Australia, Europa, América, pero no a Asia.

Ir a Argentina yo creo que se puede esperar un poco, porque yo creo que todos estos viajes de los que le he hablado tienen una cierta prioridad. Yo quería ir a Constantinopla el 30 de septiembre para visitar a Bartolomeo I pero no es posible. No es posible por mi agenda. Si podemos el encuentro lo haremos en Jerusalén.

- Cuando se ha reunido con los jóvenes argentinos, un poco en broma y un poco en serio les ha dicho que a veces se sentí enjaulado. ¿A qué se refería exactamente?

- ¿Usted sabe la de veces que he tenido ganas de pasear por las calles de Roma? Porque a mi me gusta andar por las calles, me gustaba tanto y en ese sentido me siento un poco enjaulado. Pero debo decir que los de la Gendarmería vaticana son buenos, son realmente buenos y yo les estoy agradecido. Ahora me dejan hacer algunas cuantas cosas más, pero es su deber garantizar la seguridad.

»Enjaulado en ese sentido, de que a mi me gusta andar por la calle, pero entiendo que no es posible, lo entiendo. Lo dije en ese sentido. Porque, como decimos en Buenos Aires, yo era un sacerdote callejero. (Preguntaba por el tiempo porque deben servir la cena... ¿Tenéis hambre?)

P.- En Brasil la Iglesia católica está perdiendo fieles. ¿El movimiento Renovación Carismática es una posibilidad de evitar que los fieles se vayan a iglesias pentecostales?

-Es cierto lo que usted dice de la baja de fieles. Es cierto. Hemos hablado con los obispos brasileños del problema en una reunión que hemos tenido ayer. Usted preguntaba sobre el movimiento de la Renovación Carismática. Pero les digo algo, a fines del 70, inicios 80, yo no los podía ver. Una vez, hablando de ellos, había dicho esta frase: «estos confunden una celebración litúrgica con una escola de samba». ¡Eso había dicho! Me arrepentí.

Después conocí mejor, es verdad que el movimiento tiene buenos asesores y ha ido en un buen camino. Ahora creo que este movimiento hace mucho bien a la Iglesia, vive en la Iglesia. En Buenos Aires me reunía a menudo y una vez por año hacía una misa con todos ellos en la Catedral. Pero los he favorecido, me convertí, he visto el bien que hacían. Porque en este momento de la Iglesia y amplío un poco la respuesta, creo que los movimientos son necesarios.

Los movimientos son una gracia del Espíritu. ¿Pero como se puede sostener un movimiento que es tan libre? ¡Es que la Iglesia es libre! El Espíritu Santo hace lo que quiere, después él hace el trabajo de la armonía. Pero creo que los movimientos son una gracia, esos movimientos que tienen el Espíritu de la Iglesia. Por eso creo que el movimiento de Renovación Carismática no sólo sirve para evitar que algunos pasen a los pentecostales, sino que sirven a la Iglesia misma, que se renueva. Cada uno busca el movimiento según su carisma, donde lo lleva el Espíritu.

- ¿Está cansado?

- No estoy casado, yo estoy soltero. (risas)

- Usted dijo que la Iglesia sin la mujer pierde fecundidad. ¿Qué medidas concretas tomará por alcanzar esto, una mujer jefe dicasterio? Y una pregunta técnica: ¿en el avión pidió un acondicionamiento especial?

- Empezamos por lo último: este avión no tiene ningún acondicionamiento especial. Yo estoy adelante, tengo un buen asiento, común. Yo hice escribir una carta e hice hacer un llamado telefónico para decir que yo no quería acondicionamientos especiales. ¿Está claro?

Segundo, la mujer: una Iglesia sin mujeres es como el Colegio Apostólico sin María. El rol de la mujer en la Iglesia no es sólo la maternidad, la madre de familia, sino que es más fuerte, es el icono de la Virgen, de la Madonna, esa que ayuda a crecer a la Iglesia.

Piensen que la Virgen es más importante que los apóstoles. La Iglesia es femenina, es esposa, es madre. El rol de la mujer en la Iglesia no es sólo el de mamá, que trabaja, que me da… es otra cosa. Los papas, Pablo VI escribió una cosa lindísima sobre las mujeres, pero creo que debemos ir más adelante en la explicitación de este rol y carisma de la mujer en la Iglesia.

No se puede entender una Iglesia sin mujeres, pero mujeres activas en la Iglesia, con su perfil, que llevan adelante. Yo pienso, un ejemplo que no tiene nada que ver con la Iglesia, pero es un ejemplo histórico en América Latina: Paraguay. Para mí la mujer del Paraguay es la mujer más gloriosa de América latina. quedaron después de la guerra OCHO mujeres por hombre. Y estas mujeres hicieron una elección difícil: la de tener hijos para salvar la patria, la cultura, la fe y la lengua.

En la Iglesia hay que pensar en la mujer en esta perspectiva de elecciones arriesgadas, pero como mujer, hay que explicitar. Creo que aún no hemos hecho aún una profunda teología en la Iglesia. Sólo un poco de eso, un poco de aquello, lee la lectura, mujeres monaguillo, es la presidenta de Cáritas... Pero hay más, hay que hacer una profunda Teología de la mujer. Esto es lo que pienso.