Si lo fuera, haría una auténtica revolución social, en éste país acostumbrado a la irregularidad, al quebranto de las normas y las leyes. Haría de las calles un lugar mas seguro. Prohibiría la portación de armas de fuego de cualquier especie, y de armas blancas fuera de lugar. ¿Qué diablos tendría que hacer un usuario del metro portando un picahielo, o una navaja cazadora, o un cuchillo cebollero?. Ordenaría cateos e inspecciones selectivas, frecuentes y por muestreo.
Por supuesto que legalizaría la producción, distribución e incluso comercialización de toda especie de drogas. Pero penalizaría severamente su consumo. Ante esta abierta y absoluta contradicción, no habría marcha atrás. Puedes comprar o vender narcóticos, plantar mariguana y secarla y hacer cigarrillos con ella; pero, ay de ti si la inhalas o consumes. Ay de aquel que la haga consumir a otros sin su consentimiento.
En el caso de las drogas, sería un agravante cometer un ilícito bajo el influjo de ellas. En el caso del alcohol, por ahora, sólo dejaría de ser un atenuante. Así que adiós al verso de la canción de ¿Sabina? : “en mi declaración alegué que llevaba tres copas”; esa de nos dieron las diez y del tipo que vengó la memoria de una amante añeja, apedreando los ventanales del banco hispanoamericano; y luego disculpando esa locura porque estaba borrachillo. Podrán alegar lo que quieran, pero la ley se aplica y ya.
Luego en las calles habría al fin limpieza y orden. Nada de tianguis, ni puestos en las banquetas, ni en el metro ni en lugar público alguno; sin excepción. Adiós a las pepitas, a los discos piratas y demás puestos semifijos. Quien quiera hacer su luchita, en el zaguán de su casa, puertas para adentro. Y hablando de éstas, ninguna puerta o ventana tendría permitido abrir hacia el exterior de la casa, hacia la calle. No se permitiría toldos, ni postes para lonas, ni jardineras que ocupen media banqueta. Nada estorboso o peligroso en banquetas o calles. Cualquier cosa que esté al exterior de las casas, será consignada a depósitos o basureros, como objeto abandonado. Y multas a quien tire su tierra, cascajo o escombro en las calles; deberán hacer solicitud para el retiro programado y gratuito de ellos.
Prohibido apartar lugares públicos para sitios de taxis, de bicitaxis o sitios de mudanzas, o paraderos de transporte publico. Los que pretendan hacerlo, solo en lugares autorizados para ello. Bajo la pena de perder concesiones, licencias o permisos. Los habitantes de una casa o sus visitantes, tendrán prioridad para ocupar un espacio en la calle con sus autos, frente su casa habitación o lugar de trabajo; solo en el espacio que corresponda a su terreno y siempre y cuando no haya ya otro auto anteriormente.
Grúa y corralón a quienes obstruyan con su auto entradas y salidas, propias y sobre todo ajenas. Lo mismo a quienes se estacionen sobre las banquetas, aún en calles angostas.
Prohibidos vidrios obscuros, polarizados o ahumados, que no permitan la visibilidad al interior. Aplica igual a embajadores de otros países o estados, y a todos los funcionarios públicos incluido el presidente; así como a vehículos policiacos, de emergencia, blindados, limousines y otros suntuosos o de cualquier carácter.
Sanción severa e inmediata a ladrones de energía eléctrica, de señales de cable o telecomunicaciones. Penas inmanentes a quien tire basura en las calles o lugares públicos.
Nada de perros sin cadena y dueño en la calle. Adiós a los arboles secos a puro orín de animales; adiós también a excrementos en las banquetas vecinas.
Prohibida la circulación de motocicletas, única excepción la policía o vehículos de emergencia bien autorizados. Restringida solo a calles de escaso tránsito, la circulación de bicicletas, triciclos, diablos y otros vehículos sin motor.
En el aspecto laboral se tazaría un salario mínimo amarrado al costo (valor de adquisición) de una serie específica de artículos básicos, como podrían ser tortilla, leche, carne, agua potable, energía eléctrica, ropa y calzado estándar, valor catastral de inmuebles habitacionales estándar, Etc. Y en la misma proporción del aumento en el costo de esos insumos, se aumentaría el monto del salario mínimo.
Y como lo dicta la constitución política mexicana, ese salario debe ser suficiente, para que un individuo en jornadas de 40 horas semanales, pueda proporcionar los satisfactores básicos a una familia de 4 miembros (dos padres mas dos hijos). Y en el trabajo, el tiempo extraordinario debe ser eventual, poco frecuente y nunca mayor a las 8 horas semanales.
Abolición a las jornadas mayores a 12 horas diarias. Cada hora excedente a las 8 horas diarias con su pago legal y doble; las jornadas de hasta doce horas no sería mayores de cuatro veces por semana.
Y será facultad inapelable de la institución federal respectiva, hacer visitas a los centros de trabajo, sin previo aviso y sin posibilidad de mora para su atención; con el fin de verificar las condiciones laborales de los trabajadores. Y también se podrán hacer encuestas libres en la vía pública, cerca de los centros de trabajo; para verificar sin presión de ninguna especie y tanto menos represalias laborales, que esas condiciones legales se cumplan. Prohibidas pues las sanciones laborales que por honor a la verdad evidencien anomalías expresadas por voz de los trabajadores.
Atención medica para todos, gratuita o a bajo costo, con cargo al erario; o bien considerada en el cálculo del salario mínimo.
Si la religión es parte integral del ser humano, reabriría clases de religión imparciales, como materia de estudio en primarias, secundarias y preparatorias; impartidas indistintamente por sacerdotes, monjes, ministros, reverendos, y gente con la debida preparación filosófico teológica. Clases descriptivas y no ceremoniales, abiertas a la razón y a la moral. Y también adiós a los feudos magisteriales, que hacen del poder que otorga el evaluar y certificar los conocimientos del alumno, una manera de humillación o medio de manipulación para con los educandos; una legislación específica sobre los alcances y facultades de los educadores.
Implementaría la restricción de que, así como un medico titulado es el único apto para ejercer la medicina; o un mecánico calificado es el único apto para reparar autos. Un abogado en ciencias políticas, administrativas y otros doctorados o maestrías específicas; serán los únicos aptos para ejercer cargos públicos como las senadurías, las diputaciones, presidencias municipales, estatales, o la presidencia de la república incluso. Y esa carrera será abierta, sin restricciones ni discriminación; pudiéndose estudiar en cualquier universidad pública o privada capáz.
Y luego sigo con esta disertación o fantasía, que bien de ambas podría y debería no tener nada.