La perla es que una persona enamorada no tiene que sentirse contrariada si la persona a la que ama y con la cual ha decidido pasar su vida y darlo todo por ella resulta que no lo ama de vuelta, sino que ha estado con otros, ¿verdad?

Ateos: echando lejía en los corazones apasionados y dando palmas de alegría después de hacer que la vida sea tan bonita como un frenazo en los calzones.

Yo lo llegué a pensar una vez, los ateos no aman, y mira, debe ser verdad, porque hacen "normal" todo ataque contra el amor.