En la niñez, uno es cuando alcanza la plenitud de la felicidad, no existen los problemas y si existen se toman como algo que pasa. Uno come, juega, duerme...no se piensa en exceso y por muy mal que esten las cosas en tu entorno, aun sucediendo la mayor de las desgracias uno se recupera, se toma la vida tal cual llega y continua. Nunca seremos tan maduros como en esa epoca.

Despues con la adolescencia llega la realidad, somos capaces de padecer las desgracias y ya tenemos obligaciones, las de estudiar para labrarnos un futuro que resulta muy competitivo. Entramos en la tonteria inmensa del enamoramiento, la vida..nos viene grande.

Y despues, al rededor de los 30 nos llega la vejez, (enm su primera etapa) y entre nuestras preocupaciones estan casi todas, lo abarcan todo. Si estas casado te preocupas por las facturas, si no lo estas te preocupa quedarte solo, como si el estar acompañada pudiera salvarte de algo, si tienes trabajo te parece un coñazo, si no lo tienes..., deseas justo aquello que no tienes, la competitividad es extrema.

La cosa con el tiempo no mejora, a partir de los 40 ya no hay vuelta atras, uno vuelve a recibir el bofeton de la realidad y sabe que su periodo de lucha ha terminado casi siempre sin resultados satisfactorios, llega...el conformismo, la estupida esperanza de que te toque la loteria y te saque de esta mierda, compartida por millares de almas fracasadas como la tuya.

El ultimo tramo es espantoso, se puede visionar a los ancianos bailando al unisomo y enseñado por las escuelas de baile, todas con identicos pasos, son los zombies, aquellos que al escuchar la musica de un pasodoble se levantan todos al tiempo dando identicas vueltas, marcando el mismo ritmo.

Solo nos queda esperar la gracia de la muerte, que nadie quiere, pero que todos esperamos con un temor de antecesion que no tiene razon de ser, simplemente nos es inevitable, y nos lleva a recrear nuestra expiracion y la nuestros seres mas queridos si es que por desgracia le sobrevivimos, puta vida, quizas es que hoy, me pilles negativa.