Para mi niña...
Eres una lucecita en mi camino,
un pedacito de cielo para disfrutarlo en mi soledad;
eres una lagrima de felicidad para mis ojos,
el sueño eterno del que no quiero despertar.
Eres un sol pequeñito
que me calienta en mis noches frías,
eres luna llena antes del amanecer
que me llena de alegría.
Eres la calma en lo alto de la montaña,
la paz de una tarde de verano,
la mañana de una hermosa navidad,
la esperanza de un nuevo año.
Eres la magia de un cuento de hadas,
la princesa de algún reino lejano,
la inspiración de un poeta solitario,
la poesía de un hombre enamorado.
Eres el principio y el final de mis días,
el suspiro que me da fuerza para seguir,
el recuerdo que me trae hasta mi hogar...
eres el amor que da sentido a mi existir.
Última edición por pastor; 16-nov.-2011 a las 06:40
NUNCA ES TARDE PARA HACER ALGO QUE EN UN TIEMPO ATRAS
NO PUDISTE HACER.