Iniciado por
ermc00
No debe confundirse la resurrección con la reencarnación, doctrina que no*tiene apoyo en las Santas Escrituras. La creencia de la reencarnación dice que después de la muerte de la persona, esta renace en existencias sucesivas. Se dice que la nueva existencia tiene lugar o bien en un plano superior o bien en uno inferior en comparación con la vida anterior, dependiendo de lo que haya hecho en su supuesta vida previa. Según dicha creencia, uno puede “renacer” como ser humano o como animal, lo cual no*concuerda con lo que enseña la Biblia.
La palabra “resurrección” se traduce del vocablo griego a·ná·sta·sis, que significa literalmente “un ponerse en pie otra vez”. (Los traductores hebreos del griego han vertido a·ná·sta·sis por las palabras hebreas teji·yáth ham·me·thím, que quieren decir “reanimación de los muertos”). La resurrección implica reactivar el patrón de vida de la persona, patrón que Dios ha retenido en su memoria. Según la voluntad de Dios para el individuo, se le restaura ya sea en cuerpo humano o en cuerpo espiritual, pero conserva su identidad personal, es decir, la misma personalidad y recuerdos que poseía cuando murió.
El hecho es que no*conocemos ninguna vida que no*sea esta, ni una vida anterior ni una posterior a la muerte. Por consiguiente, lo único que recordamos son las experiencias que realmente hemos vivido.
Los que creen en la reencarnación dicen que la razón por la que se renace es para tener otra oportunidad de mejorar nuestra situación. Pero sería una gran desventaja haber vivido otras vidas y no*recordarlas, pues solo podemos aprender de nuestros errores pasados si los recordamos.
Además, los que defienden la llamada terapia de la reencarnación piensan que se pueden afrontar mejor los problemas actuales si, mediante la hipnosis, podemos recordar las vidas pasadas. Dicha teoría afirma que volvemos a nacer para mejorar algo, pero que hemos olvidado lo que ese algo es.
En la vida cotidiana se ve la pérdida de memoria como un inconveniente. La falta de recuerdos debería considerarse igual en este caso. En estos tiempos modernos, en los que la maldad domina el mundo como nunca antes, el argumento de que no*importa que no*quede recuerdo, pues solo las personas buenas vuelven a nacer como seres humanos, no*tiene peso. Si solo son los buenos los que vuelven a nacer como seres humanos, ¿de dónde vinieron todos los malos? ¿No tendría que haber cada vez menos malos? La verdad es que nadie, ni bueno ni malo, se ha reencarnado jamás para empezar otra vida, ni como ser humano ni como nada más.