PENAS DE MUERTE ¿Mandó Jesucristo las penas de muerte?...

Jesucristo, cuando nos enseñó la Ley que los hombres deben guardar, así dijo:

"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)

Ésta es la Ley y los profetas, la que Jesucristo nos enseña en el Evangelio. Y Jesucristo también nos enseña los mandamientos que debemos guardar para entrar en la vida, que así dicen:

"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda,
vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.

Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)


Estos son los mandamientos que Jesucristo mandó guardar para entrar en la vida y que no hay que olvidar, porque son los mandamientos que nos enseñan cómo debemos amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos.

Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, no matan a sus semejantes: NO MATARÁS... (no imponen penas de muerte a sus semejantes.

Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, no adulteran los misericordiosos mandamientos de Dios haciéndolos olvidar para imponer en su lugar los mandamientos de los hombres: No adulterarás.

Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, no roban la vida ni la libertad de los indefensos teniéndolos como esclavos, porque Dios hizo la tierra y los bienes de la tierra para todos y para que se vivan con igualdad: No hurtarás.

Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, no dicen falso testimonio contra su prójimo ni imponen mandamientos de hombres en lugar de los mandamientos de Dios: No dirás falso testimonio.

Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, honran a su Padre, Dios, y a su madre, la Iglesia,que es la esposa de Jesucristo.

Y por fin llegamos al famoso mandamiento: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Ahora es cuando conocemos cómo debemos amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos, cuando conocemos todos los mandamientos de Jesucristo, pues no se deben despreciar ni hacer olvidar ningún mandamiento de Jesucristo. Hay que predicarlos todos porque todos vienen en el Evangelio y cada uno de ellos es una parte importante de la Ley y también nos enseñan como debemos amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos.

...