Uno de los aspectos mas resaltantes en nuestras comunidades por supuesto de toda España, es sin duda la seguridad ciudadana, como parte del buen vivir y de la necesaria armonía de subsistencia para las comunidades. Esta dimensión, está íntimamente vinculada a lo que, todos nosotros aportamos en impuestos, contribuciones y una serie de figuras tributarias, que van a una inversión denominada pública. En este sentido, he seguido, el arduo trabajo de un experto en políticas públicas de seguridad que, a mi pensar es muy asertivo al hablar de cómo podemos optimizar al máximo el llamado gasto público, que se manifiesta en la seguridad y una significativa inversión innecesaria en los organismos de seguridad, que por un lado, desmejoran la loable labor policial, desperdicia la efectividad procesal del trabajo y se refleja en las comunidades. En consecuencia, este profesional presenta una óptima solución, los políticos bien a pensar en sus comunidades, solo toca poner a funcionar la herramienta.