Los anticristianos creen que no; pero sus justificaciones carecen de peso.

Los evangelios fueron escritos por testigos presenciales de la vida de Jesús. Mateo y Juan conocieron directamente a Jesús y fueron dos de los doce apóstoles. Lucas y Marcos no fueron de los doce, pero vivieron al mismo tiempo que ellos y se hicieron cristianos muy poco tiempo después de la muerte de Jesús.

Lucas, por ejemplo, hizo una investigación de los relatos a partir de los testimonios que recogió. Él mismo lo dice en su evangelio. Noten:

Lucas 1:1 Son muchos los que se han dedicado a organizar un relato de los hechos —que entre nosotros cuentan con total credibilidad— 2 tal como nos los transmitieron quienes desde el principio fueron testigos oculares y servidores del mensaje. 3 Por eso yo también, porque he investigado todo con exactitud desde el comienzo, decidí escribírtelo en orden lógico, excelentísimo Teófilo, 4 para que puedas tener la total seguridad de que las cosas que te han enseñado oralmente son confiables.

Todos ellos, los cuatro, vivieron al mismo tiempo de Jesús. Cuando surgió la Iglesia Católica al siglo IV, ya los evangelios eran archiconocidos en el mundo cristiano, pues habían circulado lo suficiente como para que nadie dudara de su autoría y veracidad. Los escritos de los apologetas cristianos de la época mencionan los cuatro evangelios por nombre como relatos completamene confiables. En esos tiempos en que los evangelios comenzaron a circular, cualquiera que pensara que eran falsos podría haber hecho su reclamo ... pero nadie lo hizo, porque sabían que eran fiables.