El reino de Dios se vive cuando se hace lo que Jesucristo manda, y así vivieron los primeros cristianos.
Entre los apóstoles y primeros cristianos no había ningún necesitado porque todo lo tenían en común:
Hechos 4:32
Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
4:33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
4:34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,
4:35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.