Si encontramos razonable que el objeto hecho de barro, no puede exigir al alfarero que lo formó diciendo: "¿por qué me has hecho así?". ¿Cuánto más razonable no es creer que Dios que es el creador de todo siempre esta exento de culpa?.

Precisamente porque Dios no es hombre nunca se arrepiente, aunque tiene Poder para revocar decretos que ha establecido, y cambiar cualquier cosa, porque también es misericordioso. Los sabios saben que a los científicos y a los inventores les podemos cuestionar, porque son humanos, pero no a Dios.

Pero, como antes dije, los incrédulos todo lo contradicen pues parece que buscan desahogarse y en el proceso se suelen ir tornando cada vez más violentos a medida que son cuestionadas sus creencias. Incluso llegando al punto de amenazar con agresiones físicas, o hasta consumar dichas agresiones de ser posible. Nada nuevo bajo el sol.


Cita Iniciado por Wigberto Ver Mensaje
Honestamente, yo me he preguntado, para qué Dios creó a los malos (entre ellos a Satán). Pero sé que Dios es más sabio que yo, eso también lo sé.

Si los incrédulos no existieran el mundo sería mejor, de eso no tengo duda, pues por ellos es que viene la ira de Dios sobre el mundo. Sin embargo, sobre ellos deja Dios salir su sol y caer su lluvia, también. Y Ieshu nos dijo que por ellos también debíamos hacer cosas buenas, para ser nosotros perfectos, como Dios es perfecto.

Además, yo mismo fui incrédulo de muchas formas, y aún no soy un gran hombre de fe. Incluso fui aquello que llaman ateo, y peor que ateo pues aunque me hacía llamar cristiano era practicante del pecado.

Paulo, un gran siervo del Dios verdadero, que anduvo en gran mansedumbre ante Dios como apóstol suyo, antes fue blasfemo y perseguidor de los hermanos en la fe, y estuvo presente durante la tortura y muerte de algunos.

De Paulo Dios tuvo misericordia, y creo que de mí también. Sin embargo, de hombres como el Farao dijo: "para eso fuiste creado por mí, para mostrar mi Poder en ti".

Así que Dios para todo tiene un propósito. El mundo lo creó sin ningún mal, todo era bueno en el mundo, pero el hombre se complicó la vida. El hombre escuchó a su mujer, y la mujer a la Serpiente; y el mal llegó al mundo por no escuchar al creador.

Es como cuando un hombre construye una máquina, pero los que la usan no siguen las instrucciones de uso sino que hacen lo que les da la gana y hasta lo contrario que recomiendan dichas instrucciones, y luego quieren culpar al que la construyó.