Un artista anónimo del siglo XIV descubrió los principios de la fotografía y falsificó el sudario de Cristo. Hoy, aquella reliquia ha dado origen a una pseudociencia, la sindonología, sustentada por poderosas asociaciones y sectas de todo el mundo. El objeto de la sindonología es probar con argumentos científicos que Cristo fue Dios. Para ello, científicos poco escrupulosos, e incluso claramente mendaces, no han vacilado en emplear las técnicas más avanzadas de la era espacial en apoyo de un gigantesco fraude y de un gran negocio encubierto bajo el pretexto de la religión.

Los abundantes Santos Prepucios, los Santos Pañales, las innumerables astillas de la cruz, el guardarropa de la Virgen, los Santos Rostros, las Santas Espinas, los Santos Griales, los Santos Lugares y todo el inmenso arsenal de mentiras fraguado para estafar a los crédulos devotos.