Eso no lo podría asegurar por dos motivos:
1 Yo estaba pecando mucho y gravemente en tiempos próximos que antecedieron al dolor.
2. Un dolor no es algo maligno, entendiéndose maligno como cosas que ofenden a Dios.
¿Fue quizás un castigo directo de Dios? Sí.
¿Quizás fue parte de otras cosas malas que me ocurrieron que sí eran ofensivas contra Dios y que obviamente no fue Dios quien las produjo? Sí.
La cuestión es que ya sea lo uno u lo otro, lo que yo reconozco es que estaba pecando y entiendo que en cierto modo la herida la produce el creador.
No puedo asegurar que Dios por medio de un santo del cielo me envió aquel dolor, o de alguna otra forma. Pero si fuere un ente maligno, un opositor, debo recordar que un reino dividido no puede mantenerse.
Yiob fue herido por el Satán, pero fue Dios quien lo sanó.
El rey de Bavul, Nabuconodozor, fue "herido" con locura por seres santos, y sanó porque su castigo tenía un tiempo decretado. Entonces entró en razón y bendijo al Altísimo y alabó y glorificó al que vive eternamente.
Así que sea cual sea el origen del dolor, la sanación proviene de Dios.