Enamorarse es un engaño del cuerpo a la mente para procrearse. Un engaño porque nos convierta en personas más amables, más atentos, más pacientes, más románticos, más guapos por como nos cuidamos, más civilizados por mejor comportamiento, más generosos y más...

Al mismo tiempo vemos la otra persona atravesar gafas rosas, ignoramos sus fallos hasta nos gusta lo que le gusta a el o ella cuando en realidad nunca nos hemos interesado para esas cosas.

¿Cómo podemos evitar que nos engañamos a nosotros mismos y que nos engañan al enamorarnos?