.El viaje de García Lorca hacia tierras americanas le cambia la vida. Tiene una visión de otros mundos y conoce nuevas sensaciones. En otro aporte he mencionado las condiciones anímicas en el momento de su partida. Ha sufrido un fuerte desengaño al enamorase de Emilio Aladren y se ha sentido herido con las críticas de Dalí y Buñuel, con respecto al “Romancero Gitano” Su estancia en Nueva York le hace otro hombre. Conoce la gran ciudad y con ella un mundo nuevo. Ve “los rascacielos iluminados que tocan las estrellas”. Como escribe en carta a sus familiares “En tres de estos rascacielos cabe Granada entera”.

Federico ha viajado por España. La primera vez en compañía de su profesor y condiscípulos. De ahí nació “Impresiones y Paisajes”. Ahora se embarca en el trasatlántico “Olympic” desde el puerto de Southampton para llegar a América. La salida tiene lugar el día 19 de junio de l929 . La llegada al Nuevo Mundo es una semana más tarde. Viaja en la comitiva que acompaña al político, Fernando de los Ríos. Ambos visitan antes París y Londres y realizan una visita relámpago a Oxford. Ian Gibson , biógrafo de Lorca, nos dice que Federico “está muy cercano al suicidio”. Nada extraño tiene, que algunos estudiosos vean en la obra puntos de oscuridad, hermetismo y angustia.

Federico saca ánimo de flaqueza e intenta reponerse. Nueva York le impacta sobremanera. En aportes anteriores he escrito, que García Lorca gusta de las ciudades apacibles y románticas. Aquí en Nueva York se extasía con la grandiosidad de la urbe, y el contrate de los yanquis. Los describe como pueblo abierto y sencillo. De ser extremadamente positivos. La otra cara que nos presenta es la de “ser un pueblo absolutamente salvaje” Nos dice “poseen la inocencia de los animales”. Los amigos que allí deja, catalogaran a Federico de “un tonto inútil en la vida práctica” Lo dicen por su inglés. Ha asistido a cursos para extranjeros, en la Universidad de Columbia. Nada adelanta en ellos, aunque mienta en las cartas a la familia. Les escribe que ha obtenido la nota de sobresaliente.

En carta al embajador de Chile en Madrid, Carlos Morla Lynch, con el que ha adquirido gran amistad, le escribía: “Nueva York me parece horrible, pero por eso mismo estoy aquí”-

La carta la ha redactado en plena crisis anímica. Las visitas a la ciudad y el buen recibimiento que ha encontrado, añadido a su encuentro con el teatro que se desarrolla en Broadway le van haciendo cambiar de impresión. Ayuda mucho también, la empatia que siente hacia los negros y su “Son”. Ante sus ojos se despliega toda una nueva cultura hasta ahora prácticamente desconocida. Esa nueva visión y la del cruel mundo de Walt Steet “la demoniaca exaltación de la moneda" según sus propias palabras, le refuerzan en su anticapitalismo. Lo que no significa, que abrace doctrina alguna. Lo que hace es lanzar un grito contra la insolidaridad y la injusticia. Salvador Dalí, que ve en ello raíces cristianas, le escribe en una carta:” Tu eres una borrasca cristiana”

Nueva York le sorprende por sus rascacielos. Testigo de la construcción del Building Chrysler, al que describe “con cien pisos, blanco y negro, que es una verdadera maravilla”, le lleva a reflexionar que los dos elementos de la ciudad “son la arquitectura extrahumana y el ritmo furioso de su gente”. Esa forma de vida le lleva a afirmar “los americanos no pueden estar solos”. Siente gran empatía hacia el afroamericano. Para García Lorca, el negro es un marginado en América, como lo es el gitano en España. Con la diferencia, de que el gitano no intenta integrarse en la cultura blanca. Es esa misma empatía, la que le lleva a ser cautivo del jazz. La música de los esclavos en las plantaciones, que perdura en la memoria colectiva.

Al despedirse de Nueva York, Federico es otro hombre. Se ha desinhibido. Se ha desprendido de su carga negativa que traía de Europa. Deja atrás la ideas suicidas para cambiarlas por una profunda admiración hacía el “Senegal con máquinas”. De sus impresiones vividas sirvan estas frase epistolares a su familia: “Los negros cantaron y danzaron ¡Pero que maravilla de cantos! Solo se pueden comparar con el Cante Hondo” “La belleza y la profundidad del catolicismo es infinitamente superior(Al referirse al protestantismo)”.