No voy a descubrir nada nuevo (espero), pero como todavía se ven algunas muestras de antisemitismo causado por la falsa creencia de que los judíos mataron a Jesús, creo interesante tratar este tema.

Antes de empezar, una aclaración para los literalistas: los evangelios no son crónicas históricas, ni sus autores pretendían que lo fuesen. La finalidad de los evangelios es transmitir un mensaje religioso, y por eso algunos detalles históricos no son exactos y difieren parcialmente de un evangelio a otro.

Que conste que no niego lo escrito en los evangelios. Los hechos históricos no contradicen a los evangelios, pero los ponen en su lugar, esto es, en su contexto. Y los hechos históricos generales son, principalmente:

1) La autoridad política y de orden público la detentaba el Estado Romano.

2) El Sanedrín era una institución satélite de la autoridad romana, al estilo de otros "gobiernos de paja" que a lo largo de la historia diversos invasores han establecido en los territorios conquistados, para manejar más fácilmente a sus habitantes a través de sus propios compatriotas.

3) El nombramiento de un Sumo Sacerdote requería del visto bueno de la autoridad romana. De hecho, a veces eran los romanos quienes imponían directamente a su "candidato".

4) Dicho en plata, el Sumo Sacerdote y el Sanedrín eran lacayos de los romanos y servían a los intereses de Roma. Su trabajo era mantener el statu quo y evitar desórdenes desestabilizadores. El gobernador romano, de esta forma, se desentendía de los problemas cotidianos, que no eran preocupación directa suya, salvo en última instancia y para asuntos muy graves.

5) La guardia sacerdotal (si no me equivoco) sólo tenía jurisdicción dentro del recinto del Templo. Fuera, salvo para algún asunto menor, requería de la anuencia y concurso de la autoridad romana.

6) Herodes no tenía jurisdicción en Jerusalén.

7) Jesús fue crucificado, no lapidado, y la cruz era un instrumento de ejecución exclusivo de los romanos. Además, la cruz sólo se usaba en caso de delitos contra el Estado: rebeldía, sedición, etc.

Conclusión: Jesús no fue ejecutado por los judíos, sino por los romanos. Y por motivos políticos.