La gente se pregunta cómo es que alguien puede estar tan convencido de que tiene una relación personal con Dios, nuestro Creador. Desde que para ellos eso puede parecer imposible, no lo llegan a comprender, incluso cuando reconocen que el Creador de todo sí existe.

Quisiera compartir con Uds, si alguna vez se han hecho esa pregunta, cómo un Testigo de Jehová vive su relación personal con Él:

Jehová se fijó en MÍ incluso antes de que naciera

Sal. 139:16 Tus ojos me vieron hasta cuando yo era un embrión; todas sus partes estaban escritas en tu libro —incluso los días en que se formarían— antes de que existiera cualquiera de ellas.

Jehová sabe lo que TENGO en el corazón y lo que ESTOY pensando

1 Crón. 28:9 Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre y sírvele con un corazón completo y con mucho gusto, porque Jehová examina todos los corazones y ve todas las intenciones y pensamientos. Si tú lo buscas, él dejará que lo encuentres; pero, si lo abandonas, te rechazará para siempre.

Jehová escucha cada oración que le HAGO

Sal. 65:2 A ti, el que escucha las oraciones, a ti acudirá gente de toda clase.

MIS acciones influyen en cómo se siente Jehová

Prov. 27:11 Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón para que yo le pueda responder al que me desafía.

Jehová ME ha traído hacia él

Juan 6:44 Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo traiga; y a ese yo lo resucitaré en el último día.

Jehová ME conoce tan bien que si MUERO, ME resucitará. ME dará un cuerpo y una mente nuevos, pero los recuerdos y la personalidad serán los mismos

Juan 11:21 Marta entonces le dijo a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22 Pero, incluso ahora, sé que todo lo que le pidas a Dios, Dios te lo dará”. 23 Jesús le dijo: “Tu hermano se levantará”. 24 Marta le respondió: “Yo sé que se levantará en la resurrección, en el último día”. 25 Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que demuestre fe en mí, aunque muera, llegará a vivir; 26 y nadie que esté vivo y demuestre fe en mí morirá jamás. ¿Crees tú esto?”. (...) 39 Jesús dijo: “Quiten la piedra”. Pero Marta, la hermana del difunto, le dijo: “Señor, ya debe oler mal, porque han pasado cuatro días”. 40 Jesús le preguntó: “¿No te dije que si creías podrías ver la gloria de Dios?”. 41 Así que quitaron la piedra. Entonces Jesús levantó la mirada al cielo y dijo: “Padre, te doy las gracias por haberme escuchado. 42 Yo sé que tú siempre me escuchas, pero lo digo por la multitud que me rodea, para que crean que tú me enviaste”. 43 Y, después de decir esto, gritó con fuerza: “¡Lázaro, sal!”. 44 El que había estado muerto salió. Tenía los pies y las manos atados con vendas y la cara envuelta con una tela. Jesús les dijo: “Quítenle las vendas y dejen que se vaya”.

Hech. 24:15 Y tengo esperanza en Dios, esperanza que también tienen estos hombres, de que va a haber una resurrección tanto de justos como de injustos.