Habría guerras a gran escala (Mateo 24:7; Revelación [Apocalipsis] 6:4).

Habría hambrunas (Mateo 24:7; Revelación 6:5, 6).

Habría grandes terremotos (Lucas 21:11).

Habría pestes, o epidemias de “enfermedades terribles”
(Lucas 21:11, Biblia en Lenguaje Sencillo).

Aumentaría el crimen (Mateo 24:12).

La humanidad dañaría gravemente el planeta Tierra (Revelación 11:18).

Empeoraría la actitud de las personas y muchos serían
“desagradecidos, desleales [...],
no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores,
sin autodominio, feroces, sin amor del bien,
traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo” (2 Timoteo 3:1-4).

Las familias se romperían porque habría gente que no tendría
“cariño natural” e hijos que serían “desobedientes a los padres”
(2 Timoteo 3:2, 3).

La mayoría de las personas dejaría de amar a Dios (Mateo 24:12).

Se verían grandes muestras de hipocresía religiosa (2 Timoteo 3:5).

Aumentaría la comprensión de las profecías bíblicas,
incluidas las que tienen que ver con los últimos días (Daniel 12:4).

Se predicarían las buenas noticias del Reino por todo el mundo (Mateo 24:14).

En general, la gente sería indiferente e incluso se burlaría de las pruebas que muestran que el fin está muy cerca (Mateo 24:37-39; 2 Pedro 3:3, 4).

Se cumplirían todas estas profecías a la vez,
no solo unas pocas o la mayoría de ellas (Mateo 24:33).