Iniciado por
doonga
Yo vivo en el campo, a unos 30 km de la ciudad más cercana, y a 100 km de la capital.
Hace años que trabajo por internet, así que no he notado mucho cambio en mi rutina personal.
Pero si hay cambios.
Honestamente le agradezco a la vida de poder vivir este momento del planeta.
Siendo hijo de la postguerra, he vivido y observado los más extraordinarios cambios: la llegada de la TV, el hombre en la luna, el jipismo, el desarrollo tecnológico, la caida de paradigmas, el cuento de cuba, el muro de berlín.
Y, hace pocos meses, los eventos (en chile) de descontento social extremo.
Pero lo que más me ha llamado la atención en todos estos años es la velocidad del cambio, no el cambio mismo.
Y, de repente, ésto.
Aparte de lo terrible, no más terrible que la existencia misma, lo fascinante de lo que estamos viviendo en este preciso instante.
Y si algo he podido hacer, es abrir los ojos ante esta fascinante escena.
Como lo dije e otro hilo,
Podemos ser los espectadores de esta gigantesca y maravillosa obra de teatro,
y al mismo tiempo ser sus actores.
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