Jesús tuvo "ayudas extras" ... es cierto. Él pudo hablar con Jehová en comunicación directa, y Jehová le respondía desde los cielos. Él también había sido ungido con espíritu santo, que le otorgaba poderes que podía usar para demostrar que Jehová estaba con él. Igualmente los ángeles le servían cuando estaba en alguna situación demasiado difícil.
Cuando comprendemos que Jesús no había heredado la degeneración genética de nuestros primeros padres, podemos pensar que la situación era más fácil para él, pero eso no es del todo así. Al tener cuerpo y mente perfectos, requería ciertos cuidados especiales. Cuando Jehová creó a Adán y Eva, les tenía asegurado que todo a su alrededor sería placentero y estarían a salvo de cualquier daño exterior. Para que un ser humano, aun perfecto, pueda estar a salvo, necesita que ninguna cosa pueda poner en peligro su integridad física y mental. Adán y Eva recién creados, así como Jesús, eran como niños que tenían que ser cuidados. Los ángeles estaban designados para esa función; debían cuidar de que la integridad de los humanos no sufriera accidentalmente. Jesús estuvo expuesto a muchos peligros, no solo físicos sino también mentales (en el sentido de sufrir de mucho estrés). Que tuviera cuidados especiales fue algo normal.
Jesús no solo fue tentado en el desierto. Todo el ministerio de Jesús estuvo plagado de tentaciones. Cuando Pedro le dijo que renunciara a la idea de morir, estaba siendo tentado, porque esa era la razón última de su vida como humano. Cuando los judíos lo procuraban para hacerlo su rey debía esconderse; no cualquiera hace eso. Cuando tenía hambre y sed en su labor cotidiana, pudo haber usado sus poderes de manera personal y egoísta, pero no lo hacía solo para satisfacer sus necesidades. Pudo haber destruído a sus enemigos con una simple orden a los ángeles que lo protegían, solo debía llamarlos y ordenarlo, porque ellos habían sido puestos para cuidar de él. Cuando llegó la hora de su muerte no se escondió, sino que dió la cara y dijo "a quién buscan? ... yo soy al que están buscando". Muchas veces se desesperó por los defectos de sus discípulos más allegados, pero aun así tuvo paciencia con ellos y no los rechazó, para que las cosas sucedieran como debían suceder. El Diablo y la estancia en este sistema de cosas no dejaron de hacerle las cosas difíciles a Jesús desde el principio hasta su final humano:
Luc. 4:13 Así que, cuando terminó de tentarlo, el Diablo se alejó de él a la espera de otro momento conveniente.
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.