Bien hecho, Újule.
Siempre nos encontraremos gente con menos fortuna neuronal que otra, sin embargo, tienen lo suyo, además, cuentan con singularidades que los afortunados neuronales carecen, pero hay que ser muy inteligentes para notarlas.
En el mundo hay de todo.
Todos en algún momento hemos tenido momentos de "indejez", si no fue ayer, fue hoy o podrá ser mañana.
Respirar tres veces profuuuuundamente, quitar la vista del "enemigo", contar hasta siete y volver, asà no dejamos escapar al ogro que llevamos escondido.
Y volviendo al tema.
Sigamos de románticos