Os he escrito bienquistos sobre el sultan Mohamed V. No recuerdo si dije fue el que mando hacer el “Jardín Feliz” mas conocido por vosotros como “Patio de los Leones”. Debéis saber que fue construido para cantar la gloria de la dinastía nazarí. Con el don que se me ha otorgado de viajar a traves del tiempo he comprobado, que se ha desvirtuado la intención del sultán al mandarlo edificar. No fue buscando carácter esotérico, como se afirma. Los leones que sujetan la fuente y que son diferentes entre si fueron tallados en el mismo reinado de Mohamed V no en tiempos del judío Nagrela, como se creía. Se ha querido ver en ellos, la representación de los toros tallados en el Trono de Salomón. Tambien se ha querido ver en los cuatro caminos que atraviesan el jardín donde esta situada la fuente, los cuatro ríos que cruzan al Paraiso. Para mí -¡Allah Todopoderoso me castigue si desvarío¡- son solo ornato para sustentar la taza, en cuyos bordes exteriores hay versos de Ibn Zamrak. Más sigamos con el relato.
Os decia en epístola anterior de la derrota de Pedro l de Castilla en Montiel. El origen remoto de esta pugna fue el que Alfonso Xl tuviese descendencia legitima e ilegítima. Los notables del reino tomaron parte por la rama bastarda, a causa del interés. Ya os narré como acaba todo: En el asesinato de Pedro l de Castilla por su hermanastro Enrique, al que se conocería como el de “Las Mercedes”. Fue así, por los favores concedidos a los señores como pago a su ayuda.
Con la subida al poder del Trastámara no conocen los cristianos la paz. Ávidos de poder los reyes cristianos se desgastan en una serie de guerras que han de durar décadas. Mohamed V aprovecha la coyuntura y es cuando en 1396 llega con su ejército a las puertas de la Algeciras castellana. Lo allí vivido lo dejaré para que lo canten los trovadores. El caso es que en tan solo dos dias los nazaritas entraron en la ciudad. La antigua mezquita convertida en iglesia fue restaurada. Poetas como Ibn Jatib divulgaron la gloria del emir que tomo el titulo de Al Gani bi Allah (prospero de Allah). Las murallas de la ciudad fueron desmoronadas para eviar que los cristianos las usasen en el futuro.
Enzarzados en sus guerras, al contrario de lo que cabría esperar, los cristianos se disputaban ahora la amistad de Granada. Tanto Aragón como Castilla ansiaban tener a Mohamed V como aliado. El emir no oyó cantos de sirena y atacaba tierras cristianas desgastadas por las guerras. A mismo tiempo, el sultan se aseguraba de que los merinies no le causaran problemas. Los guzat fueron sometidos a control y ahora, las tornas habían cambiado al ser el quien mandaba tropas a Africa. En el ámbito exterior se entablaron relaciones con Egipto y reafirma sus pretensiones de descender de un linaje que entroncaba con uno de los compañeros del Profeta, la paz sea con Él.
En los ultimos dias de su vida, Mohamed V se mostro receloso y desconfiado. Su segundo reinado había durado cerca de 30 años. Experiencia capaz de llevar a cualquier hombre a dudar del genero humano. Lo cierto es que durante su reinado, a la vez que Granada se torna más bella, sus gentes se vuelven mas hedonistas y comienza la decadencia nazarí. Ibn Jaldun que inicia la filosofía de la historia nos dice: “ Estos arabes de Al Ándalus han perdido el espiritu de cuerpo y de mutua asistencia que son los principales factores del poder político. No conservan mas que sus genealogías. Sometidos por la fuerza y ahitos de humillación se imaginan que con el linaje y un empleo en el gobierno se llega fácilmente a conquistar un reino y a gobernar a los hombres”.
En esa desconfianza que os he apuntado, Mohamed V da crédito sin indagar siquiera, a las acusaciones vertidas contra Inb Jatib. Temeroso por su vida, el polifacetico lojeño huye de Granada buscando amparo en los merinies. Hasta allí se le persigue con saña y se designa a Ibn Zamrak como primer ministro. Para no ahondar más en miserias dire que por presiones cortesanas, Ibn Jatib es encarcelado en Fez. Una noche asesinos a sueldo acaban con su vida. Mohamed V muere en 1391.
Daría por finalizada mi epístola bienquistos, si del futuro no me llegase aviso de una forista, vieja conocida en etapa de unas de mis vidas. Me invitaba a disertar sobre el mundo islámico el Al Ándalus ¿Qué mejor ocasión de evocar la Alhambra de Granada en este Hades de mi exilio murciano?
¡Leed! La obra magna andalusi es la Alhambra de Granada. Construida en la colina Sabika donde antaño en el siglo lX hubo un palacio gobernado por visires judíos dominaba el rio Darro. En el año 1238 de vuestra Era Cristiana, el emir Mohamed l comienza a reconstruir, agrandar y perfeccionar la fortaleza. En ese afán le siguen sus sucesores Mohamed ll y Mohamed lll. Es a este último, como creo haberos indicado, al que corresponde la edificación del Generalife. Es jardín y granja que circundan pabellón palaciego perteneciente al sultan. Aunque he de aclarar, que gran parte de la Alhambra que hoy contempláis se debe a los sultanes Yusuf l y Mohamed V.
La Puerta de la Justicia, de la que ya os he escrito fue erigida por Yusuf l. Quien haya cruzado su umbral habra observado una llave en su primer arco y una mano en el segundo. Verdad o leyenda, quiere la tradición que cuando un día la mano de Fátima empuñe la llave, la Alhambra desaparecerá para siempre ¡Allah no lo permita!.
Sala del Trono, residencias reales y cámaras de audiencia son reemplazadas por Mohamed en la década de 1360. Se construye el Palacio de Comares y el de Los Leones que algunos han especulado sobre si fue escuela religiosa y oratorio para sufíes o quisaz mausoleo para el sultan. Lo que muchos ignoran es que gracias a la amistad de Mohamed V con Pedro l de Castilla, los artistas cristianos pintan escenas de caza y caballería en algun salón alhambreño. Eso, junto a la técnica de yesería musulmana que desafía a la gravedad y se complementa con azulejos y epigrafia de Ibn Yatib que se acompañan de su alumno Ibn Zamrak dan fama a la Alhambra que se pierde entre el enramado sin principio ni fin, que acompañan la hojarasca de sus azulejos de cerámica.
Pedro el Cruel, amigo de Mohamed V tiene una poderosa atracción por esta cultura musulmana. Adopta sus estilos y modas y edifica una serie de palacios construidos por artesanos mudéjares. Sobresale el Real Alcazar de Sevilla, que tiene pálida evocación de la Alhambra. Igual sucede con la Sinagoga del Transito en Toledo mandada hacer por Samuel ha Levi, tesorero de Pedro l que se la dedica a su rey. Y es que….”Es cierto que un día junto a tu Señor es como mil años de lo que contáis” (Sura Peregrinación . Aleya 47)