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Tema: La Sana doctrina y la Falsa doctrina.

  1. #511
    Fecha de Ingreso
    17-septiembre-2016
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    14.134

    Predeterminado

    Si gramaticalmente un pasaje se puede traducir de más de una manera, ¿cuál es la traducción correcta? La que esté en armonía con el resto de la Biblia. Si alguien pasa por alto otras porciones de la Biblia y edifica su fe sobre una traducción favorita de cierto versículo en particular, entonces lo que esa persona cree no refleja en realidad la Palabra de Dios, sino sus propias ideas y quizás las de otro humano imperfecto.

    Juan 1:1, 2:
    VM dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios”. (VV, Str, EMN usan una fraseología parecida.) Sin embargo, NM dice: “En el principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios. Este estaba en el principio con Dios”.

    ¿Cuál traducción de Juan 1:1, 2 está en armonía con el contexto? Juan 1:18 dice: “A Dios nadie jamás le ha visto”. El Jn 1 versículo 14 dice claramente que “el Verbo [la Palabra] fué hecho carne y habitó entre nosotros y vimos su gloria”. Además, los Jn 1 versículos 1 y 2 dicen que en el principio él estaba “con Dios”. ¿Puede alguien estar con alguna persona y al mismo tiempo ser esa persona? En Juan 17:3, Jesús se dirige al Padre y lo llama “solo Dios verdadero”; por eso, Jesús como “un dios” sencillamente refleja las cualidades divinas de su Padre. (Heb. 1:3.)

    ¿Es consecuente con las reglas de la gramática griega la traducción “un dios”? Algunos libros de consulta insisten en que el texto griego debe traducirse: “La Palabra [el Verbo] era Dios”. Pero no todos concuerdan. En su artículo “Complementos predicativos cualitativos y sin artículo: Marcos 15:39 y Juan 1:1”, Philip B. Harner dijo que cláusulas como la de Juan 1:1, “con un predicado sin artículo precediendo al verbo, son principalmente cualitativas en significado. Indican que el logos tiene la naturaleza de theos”. Sugiere: “Quizás la cláusula pudiera traducirse: ‘El Verbo era de la misma naturaleza que Dios’” (Journal of Biblical Literature, 1973, págs. 85, 87). Así, es significativo el que, en este texto, el término the·osʹ no tenga el artículo definido (ho) la segunda vez que aparece, y que anteceda al verbo en la oración en griego. Es interesante que traductores que insisten en verter Juan 1:1: “El Verbo era Dios” no vacilen en usar el artículo indefinido (un) al verter otros pasajes donde un complemento predicativo singular sin artículo antecede al verbo. Así, en Juan 6:70 tanto VP como GR llaman a Judas Iscariote “un diablo”, y en Juan 9:17 describen a Jesús como “un profeta”.

    John L. McKenzie, S.J., en su Dictionary of the Bible, dice: “Rigurosamente, Jn 1:1 debe traducirse ‘la palabra estaba con el Dios [= el Padre], y la palabra era un ser divino’” (Lo que está entre corchetes es de él. Publicado con nihil obstat e imprimátur; Nueva York, 1965, pág. 317).

    En conformidad con lo anterior, AT dice: “la Palabra era divina”; Mo: “el Logos era divino”; NTIV: “la palabra era un dios”. Ludwig Thimme, en su traducción al alemán, lo expresa de esta manera: “Dios de cierta suerte la Palabra era”. El referirse a la Palabra o el Verbo (quien llegó a ser Jesucristo) como a “un dios” es consecuente con el uso que se da a esa expresión en el resto de las Escrituras. Por ejemplo, en Salmo 82:1-6 se llama “dioses” (hebreo: ’elo·himʹ; griego: the·oiʹ, en Juan 10:34) a jueces humanos de Israel porque eran representantes de Jehová y habían de declarar Su ley.


    https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1101989276
    Última edición por Eli_yahu; 20-mar.-2020 a las 16:21
    2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
    Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
    ... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.


  2. #512
    Fecha de Ingreso
    07-octubre-2016
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    23.847

    Predeterminado

    ¿Es consecuente con las reglas de la gramática griega la traducción “un dios”?
    Definitivamente NO.
    Ya lo demostré utilizando la misma TNM.
    Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.

  3. #513
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    26-febrero-2018
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    Predeterminado

    Cita Iniciado por Estocada Ver Mensaje
    Análisis gramatical de Juan 1:1

    Vayamos ahora al texto original. El Nuevo Testamento griego, basado en los textos críticos del profesor Eberhard Nestle, de Westcott y Hort, y de Bernhard Weiss, todos ellos reconocidas autoridades en el griego de los documentos novotestamentarios, dice: «En arkhe en ho Logos, kai ho Logos en pros ton Theon, kai Theos en ho Logos».
    Voy a tratar de traducir lo más literalmente posible:
    «En principio era el Verbo, y el Verbo estaba con el Dios, y Dios era el Verbo».

    Ahora bien: los «Testigos de Jehová» argumentan de esta forma: el segundo nombre «Dios» no va precedido de artículo determinado, y esto indica que no se trata del mismo Dios. Por consiguiente, al escribirse la segunda vez el nombre de Dios sin artículo, se nos enseña con respecto al Verbo que Juan se refería a un «dios» de menor categoría, de calidad inferior y no igual al verdadero Dios.

    Por otra parte —dicen—, existen copias de manuscritos griegos del Evangelio de Juan, en los cuales el segundo nombre «Dios» de este texto aparece escrito con inicial minúscula, lo que —siempre según ellos— viene a confirmar que el Verbo era un «dios» de segunda clase.

    Además, en la gramática griega no existen los artículos indeterminados; se suponen cuando su morfología textual lo permite. Los nombres usados en griego sin artículo se traducen sin él o con el artículo indefinido. De ahí que, muy arbitrariamente, y cegados por su propia interpretación convencional, los «Testigos» hayan optado por traducir que «el Verbo era un dios».

    Pero ese sistema de razonar es una hábil argucia, una artimaña sutil ideada por los traductores de la versión Nuevo Mundo para atacar la divinidad de Cristo y engañar así a quienes desconocen las reglas de la gramática griega. Porque, como veremos a continuación, la distinción que se aduce de «el Dios» y «Dios», esgrimida para apoyar y justificar una traducción que carece de fundamento escriturístico, no establece diferencia básica alguna en nuestro texto.

    La gramática griega se distingue de la inglesa y de la española en varios aspectos, y el uso del artículo es uno de ellos. Tanto en español como en inglés existe el artículo definido el y el artículo indefinido un. En griego, por el contrario, como ya hemos dicho, solamente existe el artículo determinado ho. Asimismo, sabemos que una palabra acompañada del artículo definido (el) expresa identificación; y una palabra acompañada del artículo indeterminado (un) es indefinida.

    Pero en griego no es así. La presencia del artículo en el idioma griego identifica a la persona u objeto. La ausencia del artículo enfatiza la cualidad de la persona u objeto. Aunque puede también omitirse el artículo en las máximas, sentencias y expresiones de carácter general.

    A continuación citamos la explicación que sobre el artículo griego aparece en Un Manual de la Gramática del Griego del Nuevo Testamento, por H. E. Dana y Julius R. Mantey:
    «La función del artículo es señalar un objeto o llamar la atención a este. Cuando el artículo aparece, el objeto es ciertamente definido. Cuando el artículo no se usa, el objeto puede o no ser definido… La función básica del artículo griego es señalar la identidad individual» (pág. 137). «Algunas veces, con un nombre que el contexto comprueba ser definido, EL ARTÍCULO NO SE USA. Esto hace que la fuerza recaiga sobre el aspecto cualitativo del nombre en lugar de su sola identidad. Un pensamiento puede concebirse desde dos puntos de vista: 1) identidad, y 2) cualidad. Para indicar el primer punto de vista, el griego usa el artículo; para el segundo, el anathorous (sin artículo) es usado. También en expresiones que han sido tecnificadas o estereotipadas, y en salutaciones, el artículo tampoco se usa» (pág. 149).

    En conclusión: la gramática griega enseña que la ausencia del artículo no hace al nombre necesariamente indefinido, por las siguientes razones:

    a. El nombre en griego tiene definitividad intrínseca.
    b. Puede suprimirse el artículo al lado de ciertos nombres comunes que designan seres únicos en su especie y de NOMBRES PROPIOS.
    c. Cuando un nombre se usa sin el artículo, el autor desea enfatizar la cualidad o carácter de ese nombre.
    d. Gramaticalmente, un predicado nominal formado por un verbo copulativo (ser o estar) carece de artículo porque no lo necesita. Y este es precisamente el caso de la oración sustantiva del verbo ser de Juan 1:1, donde el predicado «Theos» es nominativo al igual que el sujeto «Logos».

    Por otra parte, la palabra «Dios» se escribe aquí sin el artículo masculino en nominativo («ho»), de que está habitualmente precedida, porque esta omisión se imponía por tener, al propio tiempo, el sentido de un adjetivo, y el vocablo desempeña en la frase el papel de atributo y no de sujeto (por las razones gramaticales expuestas), no designando a la persona, sino — como ya se ha dicho— la cualidad, el carácter, la esencia, la naturaleza de ella, que en el caso que ocupa nuestra consideración es precisamente la de la Deidad misma. En consecuencia, pues, la palabra «Dios», sin el artículo, y en conexión aquí con la palabra «Verbo», sugiere que ambos son coparticipantes de la misma esencia, coiguales en sus atributos o cualidades divinas, y consustanciales en cuanto a propia naturaleza.

    Además, escribiendo el nombre «Theos» de la tercera cláusula precedido por el artículo, Juan habría identificado la Palabra y el Dios (o sea, el Padre), minimizando así la distinción que acababa de hacer en la segunda cláusula al decir que «el Verbo era con el Dios», distinción de persona, aunque no de esencia, que los cristianos aceptamos en nuestro concepto de el Padre y el Hijo.
    Sin embargo, a la luz de todo lo expuesto se llega a la conclusión de que los «Testigos» desconocen muchos de los matices morfológicos y sintácticos que presentan las leyes gramaticales griegas. Porque en el griego novotestamentario sí existen unas partículas que suelen usarse como equivalentes a artículos indeterminados para expresar la idea de un, uno y una. Nos referimos a los adjetivos numerales cardinales y a los adjetivos indefinidos, por cuanto implican unidad predicamental, o también trascendental (unidad en sí misma, indivisible en su estructura), y como tales se emplean en muchos pasajes del Nuevo Testamento.

    Veamos algunos ejemplos prácticos. Mateo 8:19: «eis grammateús»: «un escriba» (eis: un; masculino). Lucas 10:25: «nomikós tis»: «un intérprete de la ley» (tis: un; masculino). Mateo 19:5-6: «sarka mían», «sarx mía»: «una carne» (mían, mía: una; femenino). Juan 10:30: «en esmen»: «somos uno» (en: uno; neutro). Aquí la partícula neutra se expresa como “un”.

    Por lo tanto, el griego no permite traducir: «y el Verbo era un dios», pues para esto Juan tendría que haber escrito: «kai eis Theos en ho Logos» o: «kai Theos tis en ho Logos», ya que aquí un significaría uno entre otros varios posibles, y el griego no introduce adjetivo numeral alguno. De modo que la filología nos indica claramente que se trata de dos distintos, pero que ambos son divinos. Es decir, que en este texto se nos habla de dos Personas que poseen la misma y única naturaleza divina.

    Para acabar de disipar las dudas que el lector sincero pudiera tener en este sentido, demostraré una vez más —y ruego se me disculpe tanta insistencia— que la ausencia del artículo delante del nombre no hace que este sea necesariamente indefinido, como los traductores de la versión Nuevo Mundo pretenden hacer ver en Juan 1:1. Hasta aquí creemos haber probado suficientemente que el esfuerzo puesto en juego para convertir el vocablo «Dios» en indefinido por carecer del artículo no obedece sino al deliberado propósito de los traductores russellistas de negar la deidad de Cristo.

    Mateo 4:4; 5:9; 6:24. Lucas 1:35 y 78; 2:14 y 40; 20:38. Juan 1:6, 12 y 18; 16:30. Romanos 8:8 y 33. 1 Corintios 1:1. 2 Corintios 1:21. Gálatas 1:3; 2:19. En todos estos textos aparece la palabra «Dios» sin el artículo.

    ¿Podríamos traducir «un Dios»? Como el lector podrá comprobar por sí mismo, intercalar el artículo indefinido un delante del nombre «Dios» en los versículos citados resultaría absurdo y totalmente antiexegético.

    Pero aún hay más. En Juan 1:18; 20:28, Hebreos 1:8 y 1 Juan 5:20, Jesucristo es llamado «Dios». ¡Y EL VOCABLO «DIOS», APLICADO A JESÚS, VA ACOMPAÑADO EN EL ORIGINAL GRIEGO DEL ARTÍCULO DETERMINADO!
    ¿Se quiere prueba más contundente de que a Cristo se le identifica con Dios mismo?
    El ego es un eje demasiado débil para hacer girar nuestra vida en torno a él.

  4. #514
    Fecha de Ingreso
    17-septiembre-2016
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    14.134

    Predeterminado

    Jn 1:1.—“Y la Palabra era un dios (parecido a Dios; divino)”
    Gr.: καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος (kai the·ós en ho ló·gos)

    1808 “y la palabra era un dios”
    The New Testament, in An Improved Version, Upon the Basis of Archbishop Newcome’s New Translation: With a Corrected Text, Londres.

    1864 “y un dios era la Palabra”
    The Emphatic Diaglott (J21, lectura interlineal), por Benjamin Wilson, Nueva York y Londres.

    1879 “y la Palabra era un dios”
    La Sainte Bible, Segond-Oltramare, Ginebra y París.

    1928 “y la Palabra era un ser divino”
    La Bible du Centenaire, Société Biblique de París.

    1935 “y la Palabra era divino”
    The Bible—An American Translation, por J. M. P. Smith y E. J. Goodspeed, Chicago.

    1963 “y la Palabra era un dios”
    Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas, Brooklyn.


    1975 “y un dios (o: de naturaleza divina) era la Palabra”
    Das Evangelium nach Johannes, por Siegfried Schulz, Göttingen,Alemania.

    1978 “y de tipo parecido a Dios era el Logos”
    Das Evangelium nach Johannes, por Johannes Schneider, Berlín.

    1979 “y un dios era el Logos”
    Das Evangelium nach Johannes, por Jürgen Becker, Würzburg, Alemania.

    Estas traducciones usan expresiones como “un dios”, “divino” o “parecido a Dios” porque la palabra griega θεός (the·ós) es un complemento predicativo en singular que aparece antes del verbo y no está precedido por el artículo definido. Es un the·ós sin artículo. El Dios con quien estaba originalmente la Palabra, el Verbo o Logos, está designado aquí por la expresión griega ὁ θεός, es decir, the·ós precedido por el artículo definido ho. Es un the·ós con artículo. La construcción del sustantivo con artículo señala a una identidad, una personalidad, mientras que el complemento predicativo en singular y sin artículo que precede al verbo señala a una cualidad de alguien. Por lo tanto, la declaración de Juan de que la Palabra o Logos era “un dios” o “divino” o “parecido a Dios” no significa que él era el Dios con quien estaba. Simplemente expresa cierta cualidad o atributo de la Palabra, el Verbo o Logos, pero no lo identifica como quien fuera lo mismo que Dios.

    En el texto griego hay muchos casos de un complemento predicativo en singular y sin artículo que precede al verbo, como en Mr 6:49; 11:32; Jn 4:19; 6:70; 8:44; 9:17; 10:1, 13, 33; 12:6. En estos lugares algunos traductores insertan el artículo indefinido “un” o “una” delante del complemento predicativo para poner de manifiesto la cualidad o característica del sujeto. Puesto que el artículo indefinido se inserta antes del complemento predicativo en tales textos, con igual justificación se inserta el artículo indefinido “un” delante del θεός sin artículo en el predicado de Juan 1:1 para hacer que lea “un dios”. Las Sagradas Escrituras confirman lo correcto de esta versión.

    Apéndice 6A TNM con Referencias
    Última edición por Eli_yahu; 20-mar.-2020 a las 16:40
    2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
    Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
    ... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.


  5. #515
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    Cita Iniciado por Eli_yahu Ver Mensaje
    Jn 1:1.—“Y la Palabra era un dios ”
    Gr.: καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος (kai the·ós en ho ló·gos)
    Dicha traducción es incorrecta. Los Testigos de Jehová justifican su traducción apuntando al hecho de que el artículo definido (gr. jo, «el») no aparece antes de la palabra griega teos («Dios»). Dicen que teos debe traducirse «un dios». Sin embargo, ningún erudito griego reconocido ha seguido jamás tal interpretación en ninguna parte, porque es comúnmente conocido que la oración sigue una regla regular de la gramática griega, y la ausencia del artículo definido meramente indica que «Dios» es el predicado en lugar del sujeto de la oración.

    La debilidad de la posición de los Testigos de Jehová se puede ver además en su traducción del resto del capítulo. Por varias otras razones gramaticales, la palabra teos también carece de artículo definido en otros lugares de este capítulo, como en el versículo 6: («Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió»), versículo 12 («les dio el derecho de ser hijos de Dios»), y el versículo 18 («A Dios nadie lo ha visto nunca»). Si los Testigos de Jehová fueran coherentes en su argumento en cuanto a la ausencia del artículo definido, también habrían traducido todos estos otros casos con la frase «un dios», pero los tradujeron «Dios».
    El ego es un eje demasiado débil para hacer girar nuestra vida en torno a él.

  6. #516
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    Predeterminado

    De vuelta a Juan 1:1, 2

    Aun al fin de su primera carta a los cristianos el apóstol Juan nos lleva a entender lo mismo, a saber, que Jesucristo es el Hijo de Dios y que los humanos engendrados de Dios son hijos de Dios con Jesucristo. Una Traducción Americana presenta el fin de la carta de Juan como sigue: “Sabemos que ningún hijo de Dios comete pecado, sino que el que nació de Dios lo protege, y el maligno no lo puede tocar. Sabemos que somos hijos de Dios, mientras que todo el mundo está en el poder del maligno. Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado poder para reconocer al que es verdadero, y estamos en unión con el que es verdadero.”¿Cómo? “Por medio de su Hijo Jesucristo. Él es el Dios verdadero y la vida eterna. Amados hijitos, manténganse alejados de los ídolos.”—1 Juan 5:18-21, UTA; NR.

    59 Puesto que Aquel de quien Jesucristo es el Hijo es el “Dios verdadero y la vida eterna,” y puesto que Jesucristo es “el que nació de Dios” y quien protege a los otros hijos de Dios, ¿cómo hemos de entender Juan 1:1, 2, del cual hay traducciones que difieren? Muchas traducciones dicen: “Y el Verbo (o la Palabra) era con Dios, y el Verbo (o la Palabra) era Dios.” Otras dicen: “Y el Verbo (la Palabra; el Logos) era divino.” Otra: “Y la Palabra era dios.” Otras: “Y la Palabra era un dios.” Puesto que hemos examinado tanto de lo que Juan escribió acerca de Jesús, quien fue el Verbo hecho carne, ahora podemos determinar cuál de esas diversas traducciones es correcta.

    Significa nuestra salvación.

    60 Considere primero la manera popular de verter esto de la Versión Valera o la Scío: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.” Aquí hay unas líneas que merecen citarse del libro Los Cuatro Evangelios Armonizados y Traducidos, por el conde León Tolstoi, como siguen:
    Si dice que en el principio fue la comprensión, o palabra, y que la palabra era a Dios, o con Dios, o para Dios, es imposible continuar y decir que era Dios. Si era Dios, no podría estar en alguna relación para con Dios.*
    Ciertamente el apóstol Juan no sería tan irrazonable que dijera que alguien (“el Verbo”) estaba con algún otro individuo (“Dios”) y al mismo tiempo era ese otro individuo (“Dios”).

    61 Juan prueba que la Palabra que estaba con Dios “fué hecho carne” y llegó a ser Jesucristo y que Jesucristo era “el Hijo de Dios.” Por lo tanto sería propio decir que la Palabra era el Hijo de Dios. El que alguien dijera que la Palabra era Dios, “el solo Dios verdadero,” sería contrario a lo que el apóstol Juan prueba por lo demás de sus escritos. En el último libro de la Biblia, es decir, en Apocalipsis 19:13, Juan lo llama “El Verbo de Dios” o la Palabra de Dios, diciendo: “Y su nombre es llamado El Verbo de Dios.” (Val; TA) Note que su nombre no es llamado “Dios la Palabra” o “Dios el Verbo,” sino que es llamado “El Verbo de Dios,” o la Palabra de Dios. Por lo tanto Juan 1:1 debe significar, a lo más, que la Palabra era de Dios.

    62 Aquí a la mano tenemos un libro* intitulado “Los Evangelios Patrísticos—Una Versión al Inglés de los santos Evangelios como existían en el Siglo Segundo,” por Roslyn D’Onston. El frontispicio dice cómo se compuso esta versión. En Juan 1:1 esta versión dice: “y la Palabra era Dios.” Pero tiene esta nota al pie de la página: “Lo que verdaderamente se debe leer aquí es, probablemente, de Dios. Vea Nota Crítica.”-Página 118.*

    63 Ahora, ¿a qué se debe que los traductores no concuerden en cuanto a lo que era la Palabra-“Dios,” o, “dios,” o, “un dios”? Se debe a que la palabra griega para “Dios” está en el principio de la declaración aunque pertenece al predicado, y también a que no tenga el artículo definido “el” en frente. Abajo, para ilustrar esto, damos en las primeras líneas el texto griego según los manuscritos unciales del cuarto siglo; y entonces en las segundas líneas cómo se pronuncia hoy en nuestro idioma el texto griego; y en las terceras líneas una traducción palabra por palabra al español. Note las abreviaturas griegas para “Dios.”

    ΕΝ ΑΡΧΗ ΗΝ Ο ΛΟΓΟC ΚΑΙ Ο ΛΟΓΟC
    EN ARKHEI ĒN HO LOGOS, KAI HO LOGOS
    EN PRINCIPIO ERA LA PALABRA, Y LA PALABRA


    HΝ ΠΡΟC ΤΟΝ ΘΝ ΚΑΙ ΘΣ ΗΝ Ο ΛΟΓΟC
    ĒN PROS TON THN, KAI THS ĒN HO LOGOS.
    ERA CON EL DIOS, Y DIOS ERA LA PALABRA.


    ΟΥΤΟC ΗΝ ΕΝ ΑΡΧΗ ΠΡΟC ΤΟΝ ΘΝ
    HOUTOS ĒN EN ARKHEI PROS TON THN.
    ESTE ERA EN PRINCIPIO CON EL DIOS.


    64 Sírvase notar que se omite el artículo definido “EL” en frente del segundo “DIOS.” Sobre esta omisión el profesor Moule pregunta: “¿Es la omisión del artículo en theós ēn ho lógos solamente asunto de modismos?” Entonces, en el párrafo siguiente, Moule pasa a decir:

    Por otra parte se tiene que reconocer que el Cuarto Evangelista [Juan] no tuvo que haber escogido este orden de palabras, y que el que lo haya escogido, aunque crea alguna ambigüedad, puede ser en sí mismo indicación de su significado; y la nota de [el obispo] Westcott (in loc.), aunque quizás requiera el que se añada alguna referencia a modismos, aun sí, quizás, representa la intención teológica del escritor: ‘Está necesariamente sin el artículo (theós no ho theós) puesto que describe la naturaleza de la Palabra y no identifica a Su Persona. Sería puro sabelianismo decir “la Palabra era ho theós”. Ninguna idea de inferioridad de naturaleza sugiere la forma de la expresión, que sencillamente afirma la verdadera deidad de la Palabra. Compare la declaración en dirección opuesta de la verdadera humanidad de Cristo cinco 27 (hóti huiòs anthropou estín . . .).*

    65 El finado obispo Westcott, coproductor del famoso texto griego de Westcott y Hort de las Escrituras Cristianas, habla de la “verdadera humanidad de Cristo” y sin embargo afirma que Jesucristo no era “verdadera humanidad” sino una mezcla, un llamado Hombre-Dios. No obstante, note que el obispo dice que la omisión del artículo definido el delante de la palabra griega theós hace a la palabra theós como un adjetivo que “describe la naturaleza de la Palabra” más bien que identificar a su persona. Este hecho da cuenta de que algunos traductores viertan: “Y el Verbo era divino.” Eso no es lo mismo que decir que la Palabra era Dios y era idéntico a Dios. Un gramático traduciría el pasaje: “Y la Palabra era deidad,” para hacer resaltar su punto de vista de que la Palabra no era “todo Dios.”* Según los trinitarios la Palabra o Verbo era solo una tercera parte de Dios, una Segunda Persona coigual en un Dios tres-en-uno. Sin embargo, nuestra consideración de todo lo que Juan ha escrito ha probado cuán falsa es esa enseñanza, una enseñanza que hasta los trinitarios mismos no pueden entender o explicar. El Verbo es el Hijo de Dios, no la Segunda Persona de Dios.

    66 Los Cuatro Evangelios, por C. C. Torrey, muestra la diferencia entre theós con ho (el artículo definido) y theós sin ho imprimiendo su traducción como sigue: “Y la Palabra era con Dios, y la Palabra era dios.” (Segunda edición de 1947)

    67 El Diaglotón Enfático, por Benjamín Wilson, de 1864, muestra la diferencia imprimiendo su traducción como sigue: “Y el LOGOS era con DIOS, y el LOGOS era Dios.”

    68 Hasta traducciones impresas de esas maneras indican que la Palabra, en su existencia prehumana en el cielo con Dios, tenía calidad de lo divino pero no era Dios mismo o parte de Dios. La Palabra era el Hijo de Dios. Así que surge la pregunta: ¿Qué llamaríamos a tal Hijo de Dios que antes que todos los demás tuvo esta calidad de lo divino entre los hijos de Dios en el cielo? Recordamos que Jesucristo les dijo a los judíos que a los jueces humanos a quienes o contra quienes vino la palabra de Dios se les llamó “dioses” en el Salmo 82:1-6.—Juan 10:34-36.

    https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/...an+1%3A1&p=par
    Última edición por Eli_yahu; 20-mar.-2020 a las 16:49
    2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
    Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
    ... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.


  7. #517
    Fecha de Ingreso
    26-febrero-2018
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    Predeterminado

    No se dejen engañar:
    Cita Iniciado por Estocada Ver Mensaje
    Análisis gramatical de Juan 1:1

    Vayamos ahora al texto original. El Nuevo Testamento griego, basado en los textos críticos del profesor Eberhard Nestle, de Westcott y Hort, y de Bernhard Weiss, todos ellos reconocidas autoridades en el griego de los documentos novotestamentarios, dice: «En arkhe en ho Logos, kai ho Logos en pros ton Theon, kai Theos en ho Logos».
    Voy a tratar de traducir lo más literalmente posible:
    «En principio era el Verbo, y el Verbo estaba con el Dios, y Dios era el Verbo».

    Ahora bien: los «Testigos de Jehová» argumentan de esta forma: el segundo nombre «Dios» no va precedido de artículo determinado, y esto indica que no se trata del mismo Dios. Por consiguiente, al escribirse la segunda vez el nombre de Dios sin artículo, se nos enseña con respecto al Verbo que Juan se refería a un «dios» de menor categoría, de calidad inferior y no igual al verdadero Dios.

    Por otra parte —dicen—, existen copias de manuscritos griegos del Evangelio de Juan, en los cuales el segundo nombre «Dios» de este texto aparece escrito con inicial minúscula, lo que —siempre según ellos— viene a confirmar que el Verbo era un «dios» de segunda clase.

    Además, en la gramática griega no existen los artículos indeterminados; se suponen cuando su morfología textual lo permite. Los nombres usados en griego sin artículo se traducen sin él o con el artículo indefinido. De ahí que, muy arbitrariamente, y cegados por su propia interpretación convencional, los «Testigos» hayan optado por traducir que «el Verbo era un dios».

    Pero ese sistema de razonar es una hábil argucia, una artimaña sutil ideada por los traductores de la versión Nuevo Mundo para atacar la divinidad de Cristo y engañar así a quienes desconocen las reglas de la gramática griega. Porque, como veremos a continuación, la distinción que se aduce de «el Dios» y «Dios», esgrimida para apoyar y justificar una traducción que carece de fundamento escriturístico, no establece diferencia básica alguna en nuestro texto.

    La gramática griega se distingue de la inglesa y de la española en varios aspectos, y el uso del artículo es uno de ellos. Tanto en español como en inglés existe el artículo definido el y el artículo indefinido un. En griego, por el contrario, como ya hemos dicho, solamente existe el artículo determinado ho. Asimismo, sabemos que una palabra acompañada del artículo definido (el) expresa identificación; y una palabra acompañada del artículo indeterminado (un) es indefinida.

    Pero en griego no es así. La presencia del artículo en el idioma griego identifica a la persona u objeto. La ausencia del artículo enfatiza la cualidad de la persona u objeto. Aunque puede también omitirse el artículo en las máximas, sentencias y expresiones de carácter general.

    A continuación citamos la explicación que sobre el artículo griego aparece en Un Manual de la Gramática del Griego del Nuevo Testamento, por H. E. Dana y Julius R. Mantey:
    «La función del artículo es señalar un objeto o llamar la atención a este. Cuando el artículo aparece, el objeto es ciertamente definido. Cuando el artículo no se usa, el objeto puede o no ser definido… La función básica del artículo griego es señalar la identidad individual» (pág. 137). «Algunas veces, con un nombre que el contexto comprueba ser definido, EL ARTÍCULO NO SE USA. Esto hace que la fuerza recaiga sobre el aspecto cualitativo del nombre en lugar de su sola identidad. Un pensamiento puede concebirse desde dos puntos de vista: 1) identidad, y 2) cualidad. Para indicar el primer punto de vista, el griego usa el artículo; para el segundo, el anathorous (sin artículo) es usado. También en expresiones que han sido tecnificadas o estereotipadas, y en salutaciones, el artículo tampoco se usa» (pág. 149).

    En conclusión: la gramática griega enseña que la ausencia del artículo no hace al nombre necesariamente indefinido, por las siguientes razones:

    a. El nombre en griego tiene definitividad intrínseca.
    b. Puede suprimirse el artículo al lado de ciertos nombres comunes que designan seres únicos en su especie y de NOMBRES PROPIOS.
    c. Cuando un nombre se usa sin el artículo, el autor desea enfatizar la cualidad o carácter de ese nombre.
    d. Gramaticalmente, un predicado nominal formado por un verbo copulativo (ser o estar) carece de artículo porque no lo necesita. Y este es precisamente el caso de la oración sustantiva del verbo ser de Juan 1:1, donde el predicado «Theos» es nominativo al igual que el sujeto «Logos».

    Por otra parte, la palabra «Dios» se escribe aquí sin el artículo masculino en nominativo («ho»), de que está habitualmente precedida, porque esta omisión se imponía por tener, al propio tiempo, el sentido de un adjetivo, y el vocablo desempeña en la frase el papel de atributo y no de sujeto (por las razones gramaticales expuestas), no designando a la persona, sino — como ya se ha dicho— la cualidad, el carácter, la esencia, la naturaleza de ella, que en el caso que ocupa nuestra consideración es precisamente la de la Deidad misma. En consecuencia, pues, la palabra «Dios», sin el artículo, y en conexión aquí con la palabra «Verbo», sugiere que ambos son coparticipantes de la misma esencia, coiguales en sus atributos o cualidades divinas, y consustanciales en cuanto a propia naturaleza.

    Además, escribiendo el nombre «Theos» de la tercera cláusula precedido por el artículo, Juan habría identificado la Palabra y el Dios (o sea, el Padre), minimizando así la distinción que acababa de hacer en la segunda cláusula al decir que «el Verbo era con el Dios», distinción de persona, aunque no de esencia, que los cristianos aceptamos en nuestro concepto de el Padre y el Hijo.
    Pero todavía hay algo más aquí. Nótese que el texto griego no dice que «el Verbo era Dios», como en la versión castellana, sino: «kai Theos en ho Logos»: «y Dios era el Verbo». Es decir, que la palabra «Dios» ocupa el primer lugar en esta frase, el predicado precede al sujeto, está en la posición de mayor énfasis. Es una ley fundamental en las reglas del idioma griego que, cuando se desea recalcar una idea básica, la palabra que la especifica se coloca en primer término. El orden, pues, en el que las palabras se suceden en el texto original tiene una importancia ineludible, ya que tiende precisamente a hacer recaer todo el peso del énfasis en la plena divinidad de la Palabra, o sea: Cristo. Por eso, para lograr dicha enfatización, el predicado precede al sujeto.

    Por lo tanto, al decir que «Dios era la Palabra» se indica que la Palabra divina es Dios mismo. Equivale al mismo tipo de afirmación que: «Juan es médico» (obsérvese la ausencia del artículo determinado por tratarse de un predicado nominal con el verbo copulativo). Y usando un término bíblico para ilustrar más claramente nuestro ejemplo, véase cómo la construcción de la frase «y Dios era el Verbo» es precisamente la misma que la de Juan 4:24 («Dios es Espíritu»), donde el vocablo «Espíritu» es enfático y se emplea para definir la naturaleza y la esencia de Dios. (Algún exégeta había propuesto, un tanto ingeniosamente, dar a la parte final de nuestro texto el significado de: «y el Verbo era divino». Pero la palabra que, enfáticamente, en griego expresa la idea de divino es «theios», y no «Theos»).

    Ahora bien: si leyendo el texto griego de Juan 1:1 hemos podido constatar que no aparece ningún artículo indefinido que autorice traducir: «y el Verbo era un dios», sino todo lo contrario, ¿por qué los «Testigos de Jehová», habiendo interpolado el artículo indeterminado un en su versión Nuevo Mundo, no lo han encerrado entre corchetes? Ahí se ve bien patente la mala fe con que han obrado los traductores para hacer creer al lector ingenuo que dicha partícula indefinida se halla contenida en el texto original.
    El ego es un eje demasiado débil para hacer girar nuestra vida en torno a él.

  8. #518
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    Predeterminado

    ¿Es errónea en realidad esta traducción?
    Aunque el lenguaje griego no tiene ningún artículo indefinido que corresponda al español “un,” sí tiene un artículo definido ho, que a menudo se vierte al español como “el.” Por ejemplo, ho Khristós, “el Cristo,” ho Kyrios, “el Señor,” ho Theós, literalmente: “el Dios.”
    Sin embargo, con frecuencia en el griego aparecen los nombres sin el artículo. Es interesante el hecho de que en la parte final de Juan 1:1, la palabra griega para “dios,” theós, no tiene el artículo definido ho delante de ella. ¿Cómo vierten los traductores esos nombres griegos que aparecen sin artículo? Veamos ejemplos en inglés y en español.
    A menudo los traductores agregan el artículo indefinido, en español “un,” en inglés “a” o “an,” para suministrar el sentido apropiado al pasaje. Por ejemplo, en la porción de conclusión de Juan 9:17 el texto griego expresa literalmente, según la traducción literal interlineal al inglés (que aquí presentamos vertida al español) por el clérigo Alfred Marshall, doctor en Literatura: “Y él dijo[:] —Un profeta él es.” No hay artículo definido delante de la palabra griega para “profeta” aquí. Por lo tanto, el traductor vertió la palabra como: “un profeta” (a prophet), como lo hacen muchas otras traducciones inglesas.—Authorized Version, New American Standard Bible, también traducciones por Charles B. Williams y William F. Beck; en español vea Straubinger, Torres Amat, Versión Popular.
    Sin embargo, esto no significa que cada vez que aparece un nombre sin artículo en el texto griego debe aparecer en inglés o en español con el artículo indefinido. Los traductores vierten estos nombres de una variedad de maneras, a veces hasta con “el” o “la” (the, en inglés), entendiéndolos como definidos, aunque falta el artículo definido. En Mateo 27:40, por ejemplo, algunas versiones de la Biblia en español tienen la frase “el Hijo de Dios,” aunque la palabra griega para “hijo” está sin el artículo definido.
    ¿Qué hay de Juan 1:1? La traducción interlineal al inglés por Marshall de ese versículo, al ponerse en español, dice: “En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con — Dios, y Dios era la Palabra.” Como se ha mencionado ya, ningún “el” aparece delante de “Dios” en la cláusula final de este versículo. El Comité de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo optó por insertar el artículo indefinido “un” allí. Esto ayuda a distinguir a “la Palabra,” Jesucristo, como un dios, o persona divina de vasto poder, del Dios “con” quien él estaba, Jehová, el Todopoderoso. Algunas personas que están familiarizadas con el griego afirman que al proceder así los traductores violaron una regla importante de la gramática griega. ¿Por qué?
    El problema, dicen, es el orden de las palabras. Allá en 1933 el docto en griego E. C. Colwell publicó un artículo intitulado: “Una regla definida para el uso del artículo en el Nuevo Testamento Griego.” En él escribió: “Un predicado nominal definido tiene el artículo cuando sigue al verbo; no tiene el artículo cuando precede al verbo. . . . Un predicado nominal que precede al verbo no puede ser traducido como nombre indefinido o ‘cualitativo’ solamente debido a la ausencia del artículo; si el contexto sugiere que el predicado es definido, debe traducirse como nombre definido a pesar de la ausencia del artículo.”
    En Juan 1:1 el predicado nominal sin artículo theós sí precede al verbo, pues el orden de las palabras en griego es literalmente: “Dios [predicado] era [verbo] la Palabra [sujeto].” Tocante a este versículo Colwell concluyó: “El versículo de apertura del Evangelio de Juan contiene uno de los muchos pasajes donde esta regla sugiere la traducción de un predicado como nombre definido.” Por eso algunos doctos afirman que la única manera en realidad correcta de traducir esta cláusula es: “Y la Palabra era Dios.”
    ¿Demuestran estas declaraciones de Colwell que “un dios” sea una traducción errónea en Juan 1:1? Quizás usted haya reparado en la fraseología de este docto en el sentido de que un predicado nominal sin artículo que precede al verbo debe entenderse como definido “si el contexto sugiere” eso. Más adelante en su argumento Colwell recalca que el predicado es indefinido en esta posición “solo cuando el contexto lo exige.” En ninguna parte declara él que todos los predicados nominales sin artículo que preceden al verbo en griego sean nombres definidos. No es ninguna regla inviolable de la gramática, sino el contexto, lo que debe guiar al traductor en tales casos.
    El texto griego de las Escrituras Cristianas tiene muchos ejemplos de este tipo de predicado nominal en cuyos casos otros traductores al español han agregado el artículo indefinido “un” (o, en inglés, “a” o “an”) o han dado carácter cualitativo al nombre traduciéndolo sin artículo, como se puede hacer en algunos casos en español sin producir confusión, como con relación a las expresiones “profeta” y “rey” en Juan 4:19 y Juan 18:37, textos que, en la traducción interlineal al inglés de Marshall, puestos literalmente en español, dirían: “Dice a él la mujer: Señor, yo percibo que un profeta [predicado] eres [verbo] tú [sujeto]” y: “Dijo por lo tanto a él... Pilato: ¿No realmente un rey [predicado] eres [verbo] tú [sujeto]? Contestó... Jesús: Tú dices que un rey [predicado] yo soy [verbo, con sujeto incluido].”
    ¿Notó usted las expresiones “un profeta” (a prophet), “un rey” (a king) (dos veces)? En griego éstos son predicados nominales sin artículo que preceden al verbo. Pero el traductor al inglés los vertió con el artículo indefinido “un.” Hay numerosos ejemplos de esto en las versiones de la Biblia en inglés y en español. Para ilustración adicional de estos puntos considere los siguientes ejemplos del Evangelio de Juan en la Versión Popular: “Un diablo” (Juan 6:70); “un asesino . . . mentiroso” (entendiéndose el “un” antes de “mentiroso”) (Juan 8:44); “ladrón” (Juan 10:1); “pariente” (Juan 18:26) (entendiéndose el “un” delante de “ladrón” y “pariente”).
    Alfred Marshall explica por qué usó el artículo indefinido en su traducción interlineal de todos los versículos mencionados en los dos párrafos anteriores, y en muchos más, así: “El uso de [el artículo indefinido] en la traducción es asunto de juicio individual. . . . Hemos insertado ‘un’ como cosa natural donde parecía necesitarse.” Por supuesto, ni Colwell (como se hizo notar antes) ni Marshall opinaron que se necesitara un “un” antes de “dios” en Juan 1:1. Pero esto no fue debido a ninguna regla inflexible de la gramática. Fue “juicio individual,” algo que los doctos y traductores tienen derecho a expresar. El Comité de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo expresó un juicio diferente en este lugar mediante la traducción “un dios.”*
    Ciertos doctos han señalado que los predicados nominales sin artículo antepuestos al verbo en griego pueden tener significado cualitativo. Es decir, pueden describir la naturaleza o condición del sujeto. Así, pues, algunos traductores vierten Juan 1:1: “El Logos era divino,” (Moffatt); “la Palabra era divina,” (Goodspeed); “la naturaleza de la Palabra era lo mismo que la naturaleza de Dios,” (Barclay); “la Palabra estaba con Dios y compartía su naturaleza,” (The Translator’s New Testament).
    ¿Significa el que Jesucristo sea “divino” o de índole deífica que Jesucristo mismo sea todopoderoso y coeterno con Dios el Padre?
    Es cierto que los trinitarios atribuyen significado especial a la condición divina de Jesús. Hasta utilizan un término griego especial no bíblico, homoousios (“de una sola sustancia,” o “de una sola esencia”), en este sentido. La New Catholic Encyclopedia explica bajo el encabezamiento: “Consustancialidad,” que es una traducción de homoousios: “La consustancialidad definida por [el Concilio de] Nicea I [325 E.C.], entonces, . . . afirma esencialmente que el Hijo es igual al Padre, tan divino como el Padre, procediendo de Su sustancia y siendo de la misma sustancia con Él; se desprende necesariamente que el Hijo no puede pertenecer a lo creado . . . Debido a la absoluta unicidad, unidad, y simplicidad de Dios, la identidad de la sustancia no es meramente específica [como en el caso de las personas humanas que tienen naturaleza humana en común] sino absoluta, o numérica.”
    ¿Dónde, sin embargo, encuentra uno en las Escrituras un razonamiento como ése? La respuesta es sencilla: En ninguna parte. La Palabra escrita de Dios ni contiene la palabra homoousios ni la idea que los trinitarios le atribuyen. Eso es simple filosofar.


    https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/...an+1%3A1&p=par
    2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
    Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
    ... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.


  9. #519
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    Predeterminado

    ¿EN QUÉ SENTIDO DIOS?

    Juan 1:1 dice que la “Palabra estaba con Dios.” (Versión Popular) Esa declaración indica que dos personas están envueltas... la Palabra y Dios. ¿En qué sentido, pues, es la Palabra “Dios”? La respuesta a esta pregunta se hace patente cuando consideramos la manera en que el término “Dios” se usa en la Biblia.

    Salmo 8:5 dice: “También procediste [Jehová] a hacerlo [al hombre] un poco menor que los que tienen parecido a Dios.” En este caso la expresión “los que tienen parecido a Dios” traduce la palabra hebrea ’elohím, que, dependiendo del contexto, significa “dioses” o “Dios.” Aquí a los que se llama “dioses” son ángeles, porque, cuando se cita en Hebreos 2:7, Salmo 8:5 dice: “Lo hiciste un poco inferior a los ángeles.” El término “dios” hasta se aplica a hombres, como, por ejemplo, en Salmo 82:1-6, que se refiere a jueces humanos que no ejecutaron justicia como “dioses.” Tales referencias a ángeles y hombres como “dioses” señalaban a que éstos eran (o que consideraban que eran) “poderosos.” También, los ángeles eran representantes de Dios, y por lo tanto los hombres les hablaban y se referían a ellos como “Dios.”—Jue. 13:21, 22.

    En vista de tal uso de la palabra “Dios,” ¿no se aplica correctamente el término al Hijo primogénito de Dios? Ciertamente, pues este Hijo de veras es un “poderoso” así como también es representante de Dios. (Juan 17:8) De modo que cuando Juan 1:1 se refiere a Jesús como “Dios,” en realidad no hay base para concluir que él es la “segunda persona” de un Dios trino y uno. El texto mismo no dice nada semejante a eso. La palabra “Dios” en esta aplicación a la “Palabra” simplemente llama la atención a la naturaleza divina de ése, a ser parecido a Dios, poderoso, durante su existencia prehumana. Esto es evidente de la omisión en el texto griego original del artículo definido antes de “Dios” en la frase “la Palabra era Dios.” Como declara el docto en griego Westcott: “Necesariamente está sin el artículo [theós, no ho theós] puesto que describe la naturaleza de la Palabra y no identifica a Su Persona.”—Citado de la página 116 de An Idiom Book of New Testament Greek, por el profesor C. F. D. Moule, reimpresión de 1963.

    https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/...an+1%3A1&p=par
    2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
    Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
    ... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.


  10. #520
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    Predeterminado La Sociedad Watchtower retocó y falsificó las Sagradas Escrituras.

    La Biblia de los Testigos de Jehová es conocida como la Traducción del Nuevo Mundo. La Sociedad Watchtower cree que esta es la más exacta traducción de la Biblia y es la única que usan en sus enseñanzas y lectura . Esta Biblia apareció primero en inglés en un solo libro en 1961 después de haber sido presentada en cinco tomos sucesivos en 1953, 1955, 1957, 1958 y 1960. La versión española apareció en 1967 en una primera edición de 500.000 ejemplares.

    Everet R. Storms, editor de "The Gospel Banner", publicación oficial de la Iglesia Misionera Unida, ha acusado a los Testigos de Jehová de producir su propia traducción adulterada de la Biblia. Él y otros han críticado duramente la Sociedad Watchtower de retocar y falsificar las sagradas escrituras. Algunos ejemplos de su mala traducción se puede encontrar en los siguientes textos: Hebreos 1:6; 1ª Corintios 11:30; Juan 1:1; Gálatas 5:15; Tito 2:13; Colosenses 2:12; Juan 8:58; y 1ª Juan 5:20; Mateo 10:38; Romanos 14:8-9; Mateo 27:52,53 y mucho más.

    Cuando el editor Storms trató de conseguir los nombres de los miembros que forman parte del comité que tradujo la Traducción del Nuevo Mundo, no obtuvo respuesta. "La sociedad", dijo Storms,"rehusó categóricamente revelar la identidad de los miembros del comité traductor". Cuando Eugenio Danyans les hizo la misma pregunta, ellos le comunicaron lo siguiente: "La Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras no fue producida con el objetivo de glorificar o sostener la memoria del nombre de hombres. Por lo tanto, los hombres que forman el comité de traducción han indicado a la Junta Directiva de la Sociedad su deseo de permanecer anónimos, y específicamente no desean que sus nombres sean publicados mientras estén en vida ni después de su muerte". Ahora se puede preguntar - ¿Por qué es tan importante que sean anónimos? ¿Es posible que tengan algo que ocultar?

    En 1983, Raymond Franz, anterior miembro del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová y sobrino del ex-presidente Frederick W. Franz, escribió un libro títulado Crisis de Conciencia . Él hace eco que la Traducción del Nuevo Mundo no menciona el nombre de ningún traductor y es presentada como el resultado del trabajo anónimo del "New World Translation Committee" (Comité de la Traducción del Nuevo Mundo). En realidad, los miembros de este comité eran Frederick W. Franz, Nathan H. Knorr, Albert Schroeder, Milton Henschel y George D. Gangas. Con respecto a Fredrick W. Franz, Raymond dice que "era el único con suficiente conocimiento de las lenguas bíblicas para intentar una traducción de esta clase. Él había estudiado griego por dos años en la Universidad de Cincinnati, pero el hebreo lo estudió por sí solo (autodidacto)". Curiosamente, Dr. Walter Martin dice que en una Prueba del Fiscal en Escocia el 24 de noviembre de 1954 entre Walsh y Latham, "Fredrick W. Franz admitió bajo juramento que no podía traducir Génesis 2:4 del hebreo" (un versículo que cualquier estudiante del primer curso de hebreo en un Seminario Teológico podría traducir). Después de repasar los datos, Dr. Martin concluye que el Comité de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo no merece ningún respeto porque "no había ningún traductor reputado con títulos reconocidos en exégesis o traducción griega o hebrea".

    Para demostrar el argumento que la Traducción del Nuevo Mundo es mala, aquí están las observaciones escritas por famosos eruditos del griego y del Nuevo Testamento sobre el modo en que la TNM vierte Juan 1:1, pero también son indicativos de las opiniones acerca de la TNM en general:

    Dr. J.R. Mantey (que es citado en las páginas 1158-1159 de la Traducción Interlineal del Reino de la Sociedad Watchtower en inglés): "Una sorprendente mala traducción." "Obsoleta e incorrecta", "No es ni erudito ni razonable traducir Juan 1:1 'La palabra era un dios'".

    Dr. William Barclay de la Universidad de Glasgow, Escocia: "El modo en que esta secta tuerce deliberadamente la verdad se puede ver en sus traducciones del Nuevo Testamento. Juan 1:1 es traducido: "la Palabra era un dios". Una traducción que es gramáticamente imposible. Es abundantemente claro que una secta que traduce el Nuevo Testamento de esta manera carece de honradez desde el punto de vista intelectual".

    Dr. Bruce M. Metzger de la Universidad de Princeton (profesor de Lenguaje y Literatura del Nuevo Testamento): "Una horriblemente mala traducción..." "errónea", "perniciosa..." "reprensible". "Si los Testigos de Jehová toman esta traducción en serio son politeístas".

    Dr. Samuel J. Mikolasky de Zurich, Suiza: "Esta construcción anártrica (usada sin el artículo) no tiene el mismo significado que el artículo indefinido "un" tiene en inglés. Es algo monstruoso traducir esta frase como 'la Palabra era un dios'".

    Dr. James L. Boyer del Seminario Teológico de Winona Lake, Indiana: "Nunca he oído, ni leído ningún erudito del griego que concuerde con la interpretación de este versículo (Juan 1:1) en la que insisten los Testigos de Jehová. Nunca me he encontrado con uno de ellos (miembros de la SociedadWatchtower) que tenga conocimiento del idioma griego".

    Dr. Philip B. Harner de la Universidad de Heidelberg: "El verbo precedente a una forma anártrica probablemente significaría que el LOGOS era 'un dios' o persona divina de cierta clase, perteneciente a la categoría general de TEOS, pero un ser distinto de HO TEOS. En la forma que Juan usó, la palabra TEOS está colocada al principio para énfasis (lo cual descarta por completo la traducción 'un dios')".

    Dr. Eugene A. Nida - Director del Departamento de Traducción de la Sociedad Bíblica Americana: "Respecto a Juan 1:1 hay una complicación solo porque evidentemente la Traducción del Nuevo Mundo fue hecha por personas que no toman en serio la sintaxis del griego".

    Dr. J.J. Griesbach (cuyo Nuevo Testamento griego fue usado por la Sociedad Watchtower en su publicación de The Emphatic Diaglott ): "Son tan numerosos y claros los argumentos y testimonios de la Escrituras a favor de la verdadera deidad de Cristo, que a penas puedo imaginar como, reconociendo la autoridad divina de la Escritura y con respecto a las reglas justas de la interpretación, puede esta doctrina ser puesta en duda por hombre alguno. Especialmente el pasaje de Juan 1:1-3 es tan claro y tan superior a toda excepción, que ningún esfuerzo, ya sea de comentadores o de críticos, puede arrebatarlo de las manos de los defensores de la verdad".

    Otros famosos eruditos del griego y hebreo que también critican la Traducción del Nuevo Mundo son: Dr. Edgar J. Goodspeed, Dr. Paul L. Kauffman, Dr. Charles L. Feinberg, Dr. Walter Martin, Dr. F.F. Bruce, Dr. Ernest C. Colwell, Dr. J. Johnson, Dr. H.H. Rowley y Dr. Anthony Hoekema.

    En el libro "EL VERBO"- ¿QUIÉN ES? SEGUN JUAN, publicado por la Sociedad Watchtower en 1962, apareció en la página 5 una traducción de Juan 1:1 del Nuevo Testamento-Nueva Traducción y Explicación basada en los manuscritos más Antiguos por un sacerdote católico romano alemán llamado Juan (Johannes) Gréber, edición 1937. Ellos citan su obra para apoyar su traducción de Juan 1:1 "la Palabra era un dios". Además ellos le citan en las siguientes publicaciones: ASEGURENSE DE TODAS LAS COSAS, 1970, pg. 491; LA ATALAYA, 1 de mayo de 1976, pg. 288; AYUDA PARA ENTENDER LA BIBLIA, 1987, pg. 1258. Lo sorprendente de todo esto es el hecho de que LA ATALAYA del 15 de enero de 1956 dijo lo siguiente: "Queda muy manifiesto que el ex-sacerdote Gréber fue ayudado en su traducción por los espíritus en quienes él cree"(pg. 432). La verdad es que él y su esposa (una médium espiritista) se comunicaron con el mundo espiritual. El cuenta sus experiencas en su libro COMUNICACION CON EL MUNDO ESPIRITUAL. Queda manifiesto que La Sociedad Watchtower ha citado a Juan Gréber para apoyar su mala traducción de Juan 1:1 sabiendo que era un espiritista.
    Última edición por Estocada; 20-mar.-2020 a las 17:12
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