Cita Iniciado por MagAnna
Si esto es el reflejo de lo que un buen puñado de millenials desean y que para ello, un chisme en el cerebro se convierta en realidad en unos pocos años, yo apago y me bajo del tiovivo! Porque será para cagarse por la patilla y mear sin echar gota!! Y después de L.A. Internet...?
Pues la verdad es que me angustia lo que escribes, sin embargo, hay que guardar la angustia donde no da el sol (una expresión recurrente en mis intervenciones).

Sin ir más lejos, y relevante al mismo tópico, hace dos dias vi por tv una biografía de Henry Ford, y las diferencias de criterio con su hijo en lo referente al progreso.

Henry, un ultra conservador, decía "el ford T puso a los americanos sobre ruedas", no se necesita nada más.
Pero Edsel, su hijo, veía cómo la competencia trataba de proveer lo que el ciudadadano buscaba para satisfacer sus partes emocionales:
Automóviles más veloces, más coloridos, más atractivos y, obviamente, más caros.

Henry decía "gastan millones en propaganda, que debiese ser utilizados en tecnología".

Abreviando la historia, Edsel ganó la apuesta, y la ford nuevamente se puso a la altura de sus competencias, incluso superándola.

Sacaron el Ford A, indicando subliminalmente con eso que los proximos serían el B, y ...


La conclusión que he sacado, siendo (en mi profesión) igualmente conservador como Henry, es que no se puede nadar contra el río, y tampoco se puede vivir sin mearse nunca las piernas.

Bueno, mi celular es de los que solamente sirven para hablar, de esos retro de nostalgia, y me anonado cuando los veo a todos pegados en sus celulares, incluso durante las citas amorosas.

Hace poco paseaba por una plaza en la ciudad de La Serena, y divisé una pareja de jóvenes que charlaban animadamente.

Me acerqué a ellos, y les dije "los felicito por pololear sin sus celulares".
Me miraron con cara de "qué le pasa a éste", pero luego dijeron, "si, es que está muy linda la mañana".

Al menos vi una pareja, lo que me devuelve un poquito de aire.

No es fácil lo que se nos viene.
Mejor, abramos nuestras cabezas, pero con cuidado.