En el desierto
Vi una criatura desnuda, bestial,
Que, agachada en el suelo,
Sostenía su corazón en las manos
Y de él comía.
Le dije: «¿Es rico, amigo?»
«Es amargo-amargo», respondió,

«Pero me gusta
Porque es amargo,
Y porque es mi corazón».