Cita Iniciado por doonga Ver Mensaje
Pues me descubriste la tampa.
Hbrá entonces, que reformular la pregunta.
Si no fuese por Deleuze mis creencias espirituales estarían limitadas por dogma. Jaja
Y,
ahora traigo una idea a tu post aquí:

¿qué es el cuerpo?


Solemos definirlo diciendo que es un campo de fuerzas, un medio nutritivo disputado por una pluralidad de fuerzas. Porque, de hecho, no hay “medio”, no hay campo de fuerzas o de batalla. No hay cantidad de realidad, cualquier realidad ya es cantidad de fuerza. Unicamente cantidades de fuerza, “en relación de tensión” unas con otras. Cualquier fuerza se halla en relación con otras, para obedecer o para mandar. Lo que define a un cuerpo es esta relación entre fuerzas dominantes y fuerzas dominadas. Cualquier relación de fuerzas constituye un cuerpo: químico, biológico, social, político. Dos fuerzas cualesquiera, desiguales, constituyen un cuerpo a partir del momento en que entran en relación: por eso el cuerpo es siempre fruto del azar, en el sentido nietzscheano, y aparece siempre como la cosa más ‘sorprendente’, mucho más sorprendente realmente que la conciencia y el espíritu. Pero el azar, relación de la fuerza con la fuerza, es también la esencia de la fuerza; no nos preguntaremos, pues, cómo nace un cuerpo vivo, ya que todo cuerpo es viviente como producto ‘arbitrario’ de las fuerzas que lo componen. El cuerpo es un fenómeno múltiple, al estar compuesto por una pluralidad3 de fuerzas irreductibles; su unidad es la de un fenómeno múltiple, “unidad de dominación” .
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Entonces Deleuze ahí estaría ayudando con el tema de pensar por fuera de las limitaciones del "ser" para abordar de otro modo los problemas ontológicos reunidos bajo la noción de ‘ser’ que se han planteado en la historia de la filosofía, ya que sus desarrollos cargan con un caudal tan grande de problemas, significaciones e interpretaciones, que han terminado en muchos equívocos y malentendidos, hasta llegar al punto en que, actualmente, con la voz ‘ser’ quizás no pueda plantearse nada nuevo. En este sentido, a través de la noción de acontecimiento, Deleuze muestra la imposibilidad de un fundamento último de la realidad tal como se ha pretendido a lo largo de la historia de la filosofía occidental. Dicha imposibilidad concierne también a los intentos del estructuralismo y el cientificismo positivista, entre otras corrientes de pensamiento, cuya pretensión de universalismo y fundamentación absoluta fracasó en el siglo XX. Sin embargo, esto no significa negar los fundamentos o que debamos renunciar a la posibilidad de pensar nuestro mundo, pues el supuesto de esta nueva perspectiva filosófica es que, si aquel se define por su inalienable y radical contingencia, entonces la realidad siempre aparecerá fundada parcialmente. De este modo, la noción de acontecimiento relacionada con la diferencia y la contingencia posibilita fundar la realidad, pero justamente sobre la premisa de la imposibilidad de un fundamento último y absoluto .