Todo lo que sabemos de Jesús procede de los evangelios.
No podemos hacer un juicio de valor sobre el proceso a que fue sometido, ya que nos falta la versión de la parte contraria.
He intentado enterarme cómo era el Mesías que esperaban los judíos en la época de Jesús.
Cosas que debía hacer:
- Construir el tercer templo
- Reunir a todos los judíos
- Traer una era de paz mundial, acabar con el odio, la opresión, el sufrimiento y la enfermedad
- Dar un conocimiento universal sobre el Dios de Israel, uniendo a todos los pueblos.
Cosas que no ha hecho Jesús.
El judaísmo dice que el Mesías va a nacer de padres humanos, con atributos físicos como cualquier otra persona. No va a ser un semi-dios, y no va a poseer características sobrenaturales.
El judaísmo cree en un solo y único Dios.
Partiendo de estos datos, ahora sí podemos imaginar medianamente como pudo ser el desarrollo del Juicio de Jesús.
Al sumo sacerdote Caifás, perfecto conocedor de todo lo referente al Mesías, le es llevado Jesús.
“Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. 64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. 66 ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es culpable de muerte!”
(Mateo 26:63-66)
No creo que el sumo sacerdote preguntara: “que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios”.
Lo lógico es que preguntara: “que nos digas si has dicho que eres tú el Cristo, el Hijo de Dios”.
En el primer caso, daría por hecho que Dios tiene un Hijo.
Es evidente que, al confirmar que él es el Hijo de Dios, está diciendo una blasfemia. Además, añade algo desconocido para todos los presentes: “y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo”.
Resulta curioso ese “desde ahora veréis”. Pienso que nunca vieron nada. Pero la palabra “ahora” no da pie a esperar mucho.
Ignoro si los actuales sacerdotes ven lo que Jesús dijo que iban a ver.
Prosigamos.
Los que mandaban realmente allí eran los romanos, por lo que el sumo sacerdote lo remite a Pilato.
“Y Jesús estaba de pie delante del gobernador; y el gobernador le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. 12 Y al ser acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. 13 Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? 14 Pero Jesús no le respondió ni una palabra, de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho”. (Mateo 27:11-14)
Los romanos odiaban a los judíos, porque era un pueblo muy conflictivo y especial. Pilato, por llevarles la contraria, hubiera soltado a Jesús.
“Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? 34 Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? 35 Pilato respondió: ¿Acaso soy yo judío? Tu nación y los principales sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? 36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. 37 Le dijo entonces Pilato: Luego, ¿eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz. 38 Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad?
Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito. 39 Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte a uno en la Pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos? 40 Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: ¡No a éste, sino a Barrabás! Y Barrabás era ladrón”. (Juan 18:33-40)
“Y tenía necesidad de soltarles un preso en cada fiesta. 18 Pero toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con ése, y suéltanos a Barrabás!” (Lucas 23:17-18)
Es evidente que las respuestas que daba Jesús a Pilato le sonarían a tonterías; como las respuestas de un loco; sin pie ni cabeza: rey de los judíos; su reino no es de este mundo; nacido para dar testimonio de la verdad. Mucho arroz para tan poco pollo. A Pilato, como si le hablara un chino (suponiendo que no supiera chino).
En todos los evangelios hablan de multitud. Luego el pueblo parece no estar del lado de Jesús.
Los 9.000 de los panes (sin incluir mujeres y niños); los enfermos curados; los testigos de los milagros; los resucitados y sus familiares, etc.
¿Dónde estaba toda esa gente?
No creo que en la época de Jesús los ancianos, los escribas y los sacerdotes fueran unos villanos. Ni Poncio Pilato un gobernador depravado.
El juicio aparentemente fue justo. Era la ley de los judíos y sus creencias.
Pienso que nunca existió este juicio.