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Hola Marianico183
Estaba pensando en cómo aportar algo a tu hilo, cuando he recordado una aportación que hice en otro foro en Junio de 2017, referente a una noticia de actualidad entonces.
Como sigo pensando lo mismo y personalmente opino que seguimos en la misma línea de actuación gubernamental, a pesar de que hayan cambiado los personajes, me parece oportuno volver a repetir ahora lo que dije…
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España siempre ha sido un nido fecundo de gobernantes traidores al pueblo.
Desde aquellos nativos jefes íberos que conspiraron con los invasores romanos para masacrar a sus tribus vecinas. Pasando por los traidores ciudadanos Hispánicos de clase alta, que vendieron a sus prójimos a los bárbaros visigodos. Y más tarde sus herederos, que traicionaron también a sus vecinos y vasallos, favoreciendo la conquista musulmana. O muchísimo después, a los "grandes de España" llamados afrancesados, que traicionaron a todo el país para regalárselo a los franceses. Visto queda, que la historia española es un constante goteo de traidores de alta cuna. Cuya única virtud fue "comprar" a sus cronistas contemporáneos, para tergiversar la historia escrita y hacerles quedar como próceres y benefactores, cuando la realidad era diametralmente opuesta.
Por eso, nadie debe sorprenderse de que los descendientes de aquellas viejas familias de traidores sigan la tradición, o mejor dicho: la traición familiar, y que los cronistas actuales también sigan deformando con sus mentiras la verdad.
La única diferencia, entre aquellos y estos, son las herramientas que utilizan para perpetrar sus fechorías desde sus privilegiados puestos de poder.
De la obsoleta, pero poderosa maquinaria que fue la "Santa inquisición". A la sazón, Juez, parte y brazo ejecutor. Hemos llegado al enrevesado pero igual de temible sistema de funcionarios. Donde se diluyen y ocultan los responsables de las acciones, pero que sin duda alguna sigue castigando al pueblo para defender los intereses privados de cierta gente.
Y de sus vetustos "autos de Fe" donde se quemaban libros o personas, bajo la bendita apariencia de defender la fe católica, (aunque en realidad eran el método para eliminar a quienes impedían que algún poderoso se quedara con algo que no era suyo, o deshacerse de quienes conocían la verdad de algún hecho perjudicial para los poderosos.) Se ha pasado a los "juicios del siglo" donde la fiscalía del estado defiende a los delincuentes de alto copete, excusando que se hayan destruido pruebas a martillazos sobre discos duros. Alegando que han prescrito los delitos (Por la única razón de que el propio juicio se ha ido retrasando para conseguir ese efecto.) O lo que es más humillante, ocultando o tergiversando la verdad de los hechos ante la opinión pública.
El problema del sistema actual es que hoy al tiempo que se van conociendo, quedan registradas las fechorías y sus protagonistas en una red de redes que hace muy difícil la ocultación o el borrado de los hechos a posteriori. Y aunque sea EN DIFERIDO, todos podemos volver a ver y oír lo que hicieron y dijeron unos y otros.
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Pues nada, que los traidores siguen su placentera vida como lo han hecho siempre. En la antigüedad, o en el presente. Aquí, o en Bruselas.
Última edición por Manugar; 18-ene.-2020 a las 09:10
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