Mi abuela era una persona muy sabia, cuando se sabía de casos "extraños" en la familia, ella siempre decía: cada quien es libre de hacer de su cola un rehilete.
Y si lo pensamos fríamente, así es, nadie le pide permiso a nadie pa usar su "tururú", no?
Emia ya no volvió, seguro que hace buen viento y el rehilete no para.