Ayer descubrí que tengo poder en mi casa. Siempre creí que las riendas las llevaba mi S.E.D.P (Santa Esposa que Dios Perdone) y que el menda no era más que un cero a la izquierda.
Pero....ayer elegí unas cortinas que creo que me gustan. Mi S.E.D.P. me dio a elegir entre cuatro modelos y por esas cosas del destino nos quedamos con las que más me gustaban a mí. A la hora de pagar comprobé que me había quedado con las más caras de las cuatro (con gran diferencia) y que la instalación me iba a costar casi el triple de lo que me había costado la tela.
Para ser la primera vez que yo tomo esa decisión no está mal...aunque hay una cosa que me escama: ¿Por qué mi S.E.D.P. aceptó mi decisión casi sin pestañear? ¿Cómo es que la vendedora y mi señora parecían intimas que se conocieran de toda la vida?

¿Y en sus casas, quién toma las decisiones?