Sí.
Otra cosa muy diferente es ser correspondido. O mejor dicho, que la persona amada sienta lo mismo por quien la ama.
¡Es complicado!.
Durante tres años he dejado poemas de amor en mi Facebook, dedicados a una mujer que admiro. Pero a quien en persona no me atrevo a decir nada. Mis razones y las suyas, me impiden abrir la boca cuando nos cruzamos y ninguna de sus amables palabras puede romper el muro de plomo que nos separa.
Sabía que ella nunca podría pensar en mí como algo más de lo que ya soy en su vida, un elemento del decorado. Pero eso no pudo frenar mis impulsos románticos.
Alguna vez desde el mismo Facebook intenté pedirle amistad. Sin embargo, hace unos días he visto que ya no puedo ni siquiera acceder a su muro. Seguramente, ha creído que soy una mala persona y me ha vetado la entrada. No la culpo. Hoy, nada es fiable y ser, además, romántico suena sospechoso.
¿Qué contradicción, verdad?. Nos quejamos de que no hay amor en el mundo y a la vez nos cargamos cualquier conato de cariño.
¡Bueno!. Me retiro sin hacer ruido. Agradecido a la vida por darme una ilusión durante un tiempo.
A ella, aunque nunca lo sepa, le deseo de todo corazón, el mejor de los destinos. Ojalá que encuentre un amor tan sincero como el que yo siento por ella.
Y para mi pido, por favor, la compasión del universo, que me permita olvidar sin dolor, aun viéndola pasar a mi lado cada día.
Iniciado por Manugar
Sí.
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